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sábado, 30 de marzo de 2019

ALLÁ EN LAS INDIAS



TRAS LA DERROTA


«Aquella noche de la victoria sobrevino tan grande helada, que muchos de los heridos murieron de frio; porque a solo Gómez de Tordoya, que no era muerto, y a Pedro Anzures, que estaba herido, se les pudieron dar tiendas porque aún no era llegado el carruaje. Otro día de mañana Vaca de Castro mando curar más de cuatrocientos heridos que había, e hizo enterrar los muertos y llevar los cuerpos de Pedro Álvarez y Gómez de Tordoya a sepultar a la villa de Guamanga, suntuosamente; y aquel mismo día hizo degollar algunos de los presos que habían sido en la muerte del Marqués; y cuando otro día fue a Guamanga, el capitán Diego de Rojas había degollado a Juan Tello y a otros capitanes. Y Vaca de Castro cometió la ejecución de la justicia de los demás al licenciado de la Gama, el cual ahorco y degolló cuarenta personas de los más culpados, y a otros desterró; y a todos los demás perdonó; por manera que serían justiciados hasta sesenta personas. Diose licencia a todos los vecinos que se fuesen a sus casas, y Vaca de Castro se fue al Cuzco, donde hizo nuevo proceso contra don Diego, y dende algunos días le degolló; y diego Méndez se soltó de la cárcel con otros dos de los presos, y se fueron con el Inca a aquellas montañas que llaman los Andes, que por la aspereza de la entrada son inexpugnables. El Inca los rescibio alegremente, mostrando mucho sentimiento de la muerte de don Diego, porque le era muy aficionado, y como tal le envió al camino, cuando supo que pasaba, muchas cotas de malla y coseletes y coracinas. Y otras armas de las que había tomado a la gente que venció y mato de los cristianos cuando iban en socorro de Gonzalo Pizarro y Juan Pizarro al Cuzco, enviados por el Marqués (como arriba hemos dicho); y siempre trajo indios disfrazados en el campo, que le avisasen del suceso de la batalla.


Agustín de Zárate. 
Historia del descubrimiento y conquista del Perú.