[…]
Todo se acabó
El mar antropófago golpea la
puerta de las rocas despiadadas
Los perros ladran a las horas
que se mueren
Y el cielo escucha el paso de
las estrellas que se alejan.
Estás solo
Y vas a la muerte derecho
como un iceberg que se desprende
del polo
Cae la noche buscando su
corazón en el océano
La mirada se agranda como los
torrentes
Y en tanto que las olas se
dan vuelta
La luna niño de luz se escapa
de alta mar
Mira este cielo lleno
Más rico que los arroyos de
las minas
Cielo lleno de estrellas que
esperan el bautismo
Todas esas estrellas
salpicaduras de un astro de piedra lanzado
en las aguas eternas
No saben lo que quieren ni si
hay redes ocultas más allá
Ni qué mano lleva las riendas
Ni qué pecho sopla el viento
sobre ellas
Ni saben si no hay mano y no
hay pecho.
Las montañas de pesca
Tienen la altura de mis
deseos
Y yo arrojo fuera de la noche
mis últimas angustias
Que los pájaros cantando
dispersan por el mundo.
[…]
Vicente
Huidobro