“Libre de las perversiones que acechan a los viejos
impotentes, recuerdo con serenidad y sin nostalgia a las putas madrileñas, los burdeles
parisienses y las taxis girls de Nueva York. Dejando aparte algunos cuadros plásticos,
de París, creo que no he visto en toda mi vida más que una sola película pornográfica, deliciosamente titulada Soeur Vaseline.
Salía una monjita en el jardín del convento que se tiraba al jardinero, el cual,
a su vez, era sodomizado por un fraile y acababan los tres formando una figura
de conjunto.”
Luis Buñuel.