“En Barcelona, cae una lluvia tibia. La ciudad ha cambiado por
completo. Han desaparecido las consignas, las banderas, las procesiones por las
calles. Han aparecido taxis, pintados con los colores rojinegros de los
anarquistas. Barcelona ha adquirido un aspecto serio, burgués. Pero algo bulle
en su seno. En una enorme sala, ante millares de ávidos oyentes, el viejo y
medio ciego poeta León Felipe, filósofo místico, lanza un apasionado
llamamiento:
—¡Necesitamos una
dictadura! ¡Sí! ¡Dictadura de todos! ¡Dictadura para todos! ¡La dictadura de
las estrellas! ¡La dictadura del ensueño!
A muchos les brillan los
ojos. Nadie sabe qué es eso de la dictadura de las estrellas. Probablemente
algo bueno. A pocos interesan las noticias del frente. Barcelona vive entre el
cielo y la tierra, entre el infierno y el paraíso. Dictadura del ensueño…”
Mijail
Koltsov