AMOR SÁDICO
Ya no te amaba, sin dejar por
eso
de amar la sombra de tu amor
distante.
Ya no te amaba, y sin embargo,
el beso
de la repulsión nos unió un
instante...
Agrio placer y bárbaro embeleso
crispó mi faz, me demudó el
semblante,
ya no te amaba, y me turbé, no
obstante,
como una virgen en un bosque
espeso.
Y ya perdida para siempre, al
verte
anochecer en el eterno luto,
mudo el amor, el corazón inerte,
huraño, atroz, inexorable,
hirsuto,
jamás viví como en aquella
muerte,
nunca te amé como en aquel
minuto!
Julio Herrera y Reissig