DRESDE 1883
"Mi preciosa amada:
En el sosiego de hoy puedo al fin
contarte más cosas acerca de Dresde, pues nada te he dicho sobre la impresión
más grata que allí tuve. Cerca del castillo descubrimos una catedral
maravillosa, más allá un teatro y finalmente, una espacioso edificio —cuadrado, con un amplio patio y una torre en cada una de sus esquinas,
construido al estilo de nuestro Belvedere— y Philipp se empeñó en que tenía que
ser el castillo dada la belleza de sus líneas. Se trataba, sin embargo, del
llamado Zwinger, que alberga todos los museos y tesoros artísticos de Dresde.
Hallamos, no sin esfuerzo, la galería pictórica donde estuvimos aproximadamente
una hora, los viejos para descansar y yo para traerme conmigo unas cuantas impresiones
rápidas de estas famosas obras de arte. Opino que extraje de aquella visita un
beneficio que habrá de perdurar, pues ahora había sospechado siempre que
quienes visitaban los museos y se extasiaban ante las grandes obras de arte
tenían contraído el mutuo compromiso tácito de no delatar su respectiva
incomprensión pictórica. Allí me despojé de este vandálico concepto y comencé a
admirar sinceramente la obra de los grandes maestros. En el Zwinger hay cosas
magníficas. Reconocí algunas fotografías y reproducciones que había visto
anteriormente…"
Sigmund Freud.
Epistolario.
Plaza y Janés.
Epistolario.
Plaza y Janés.