CASA
DE UN COMERCIANTE EN ULTRAIECTUM
(Siglo
VII d.C.)
Vivo en un lodazal donde gruñen los cerdos
y el humo ofende la quietud del aire.
Fui una vez a Tréveris, y donde se cargaban
las carretas camino de los hornos de cal
recogí el torso alado de un dios ciego.
Me ayuda a despreciar
a esta mugrienta tribu de pastores:
sueño que llegué al Sur, y estuve en Roma.
Guillermo
Carnero