“Un sábado por la noche, en
verano, durante uno de esos crepúsculos de julio, es cuando hay que ver a los
negros, de cabeza pequeña, reluciente y ensortijada como una mora, tomando el
fresco a la puerta de sus casas, en Lennox Avenue, discutiendo, disputando,
jugando a los dados, su juego favorito; coqueteando con frases complicadas y
ojos sencillos…”
Paul
Morand.