“Las grandes producciones a las que afectó
este mal babélico fueron, entre otras, Tener y no tener, El retrato de Dorian
Gray y El filo de la navaja. Tengo que decir que Humphrey Bogart, doblado por
un actor mexicano, era tan falso y falaz como doblado en España. Todo este
doblaje para América se hizo en Nueva York. No hubiera sido mejor en Hollywood.
Afortunadamente el público, de Buenos Aires a La Habana , rechazó el doblaje
y reclamó la vuelta del subtítulo y también del familiar sonido original. Nadie
en América creía que Humphrey Bogart nació hablando español. De este travesti
verbal atesoro un momento de Tener y no tener en el que el pseudo Bogart
rechazaba los avances de Marcel Dalio con la frase “Besos no, francés, por
favor”. Es de una comicidad irreal que Bogart nunca soñó.”
Guillermo Cabrera Infante.