“Este
sistema económico puede funcionar con independencia del tipo de régimen
político, ya sea democrático, dictatorial o de otro tipo. El capitalismo puede presentar dos versiones en virtud de una decisión política: la liberal o la
socialista. En el caso del liberalismo, la inversión se realiza en el marco de
la propiedad privada, según la iniciativa de cada empresa individual; en el del
socialismo, la colectividad en su conjunto lleva a cabo las inversiones, según
un plan definido por la voluntad política. Por tanto, el socialismo no
constituye una forma de actividad económica diferente de la capitalista, sino
una versión social de la misma. Esto quiere decir que el fin del capitalismo
significará también el del socialismo, a pesar de la opinión de quienes
pretenden que el socialismo sucederá al capitalismo”.
Julien
Freund