“Con frecuencia, desde que he descubierto América, me he dedicado a ser
injusto con la vieja Inglaterra. Hoy me arrepiento y escojo, por decirlo así,
Washington Square. Si he conseguido penetrar y comprender pronto a Nueva York,
ha sido porque tenía sobre mis hombros diez años de allende la Mancha. Todas
las bromas que circulan sobre los Estados Unidos e Inglaterra, dos países
separados por la lengua y por el Atlántico, etc., etc., han acabado por
hacernos olvidar que son madre e hija. La más joven reniega de la mayor como
reniega una generación de otra; es decir, en vano.”
Paul Morand.