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martes, 30 de diciembre de 2014

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE


 






AYAHUASCA

CAAPI

NISHI COBIN

NIXI PAE

NATEM

SHORI

UNÍ

YAGÉ


«El seminario usa hoy una mezcla que tiene más de un año, muy fermentada, que se supone más potente y es sin duda más desagradable de tomar. No me fío de brebajes rancios, y bebo 80 ml, un quinto menos que anteayer. El ambiente es algo amenazador, ya que por primera vez llovizna, hay bochorno y padecemos una invasión de saltamontes, escarabajos y mosquitos. El suelo y la tela mosquitera que rodea nuestra maloca están literalmente cuajados de estos insectos. Nada de subida rápida. Paso largo tiempo sobre el colchón, recostado cómodamente gracias a dos almohadas. Como advertido por la ceremonia, un creciente lunar ha roto el celaje de nubes, realzando la grandeza del escenario. El círculo de nuestros colchones dibuja una especie de humilde Stonehenge, dispuesto para captar el curso de las horas. Poco a poco la plata de los perfiles va dando paso a una experiencia visceral, con imágenes espaciadas y tenues, leve náusea y movimientos del aparato digestivo. El aire sigue inmóvil, plagado de mosquitos; sudo mucho. Surge una mujer inquietante, de edad indefinida, que comienza con gestos provocativos y pasa en rápida sucesión a ponerse una lavativa, vomitar sangre, hincharse hasta estallar en mil fragmentos y reaparecer como un montón  de huesos, que inspeccionados algo más de cerca son en su mayoría de conejo. El estallido tiñe todo de rojo, color que persiste al abrir los ojos como un barniz. Vuelvo a cerrarlos y la masacre sigue ahí, tranquilamente. Es satisfactorio no volver la cara, observar el osario con la distancia que proporciona estar viajando de huesos, que inspeccionados algo más de cerca son en su mayoría de conejo. El estallido tiñe todo de rojo, color que persiste al abrir los ojos como un barniz. Vuelvo a cerrarlos y la masacre sigue ahí, tranquilamente. Es satisfactorio no volver la cara, observar el osario con la distancia que proporciona estar viajando.»


Antonio Escohotado.

Sesenta semanas en el trópico.

Editorial Anagrama.