LO INEVITABLE
«El estado de tranquilidad en que me encontraba se derrumbó cuando hallé sobre mi mesa dos cartas en las que se me comunicaba que mi padre estaba gravemente enfermo. Me ocultaron que el correo que las trajo era también portador de la noticia de su muerte. Partí, pues, con alguna esperanza, y la conservé a pesar de todas las circunstancias que deberían habérmela quitado. Cuando en Weimar descubrí la verdad, un sentimiento de terror indescriptible se sumó a mi desesperación. Me vi sin apoyo alguno en la tierra y forzada a sostener mi alma yo sola. Aún me quedaban en el mundo muchas cosas de gran valor, pero la tierna admiración que sentía por mi padre ejercía sobre mí una influencia sin igual. El dolor, el más grande de los profetas, me anunció que a partir de entonces mi corazón ya no sería feliz como lo había sido mientras aquel hombre de inconmensurable sensibilidad velaba por mi destino.»
Madame de Staël.
Diez años de destierro.
Penguin Clásicos.