EL ARTE DE LA INTERPRETACION: MEYERHOLD
Lo detuvieron al cabo de
unos días. El expediente Meyerhold contiene esta carta que escribió a Mólotov
en la cárcel:
Los investigadores empezaron a emplear la fuerza
conmigo, un enfermo de sesenta y cinco años. Me tendieron boca abajo y me golpearon
en la planta de los pies y en la espalda con una correa de goma […] Unos días
después, cuando tenía las piernas plagadas de hemorragias internas, volvieron a
golpearme con la correa encima de las moraduras, y el dolor era tan fuerte como
si he hubieran derramado agua hirviendo en las zonas sensibilizadas. Aullaba y
lloraba de dolor […] no podía dejar de llorar. Con la cara contra el suelo averigüé
que podía sacudirme, retorcerme y gemir como un perro cuando el amo lo castiga […]
Cuando caía en el jergón y me dormía, después de un interrogatorio de dieciocho
horas, para sufrir otro a continuación tras una hora de sueño, me despertaban
mis propios quejidos, y porque sufría convulsiones, como enfermo de tifus en
las últimas etapas de la enfermedad.
Cuando es eso lo que nos
despierta, sabemos que nos han politizado el sueño. El interrogador, añadía, le
orinaba en la boca. Meyerhold escribió esta carta el 13 de enero de 1940,
después de confesar todo lo que quisieron que confesase (que espiaba para los
británicos y para los japoneses, entre otras cosas). Stalin necesitaba
confesiones; siguió de cerca el desarrollo de algunos interrogatorios (que
duraban meses e incluso años) y no dormía tranquilo hasta que obtenía una. Así
pues, también su sueño estaba politizado.
Unos días después de la detención de Meyerhold, su mujer la
joven actriz Zinaida Raij, apareció muerta en su casa. Le habían asestado
diecisiete cuchilladas. Los vecinos habían oído los gritos: pensaron que estaba
ensayando.
[…]
Meyerhold fue fusilado el 2 de febrero de 1940.
Martin
Amis. Koba el Temible. Anagrama