«En cuanto a mí, ya
que no era lo bastante valiente para suicidarme, la única posibilidad que tenía
de sobrevivir consistía en escapar de Polonia. No era necesaria una especial
clarividencia para prever el infierno que se avecinaba. Sólo aquellos que
vivían totalmente hipnotizados por ridículos eslóganes eran incapaces de ver lo
que se nos venía encima. No faltaban demagogos o simplemente necios que
incitaban a las masas judías a luchar subiéndose a las barricadas junto a los
polacos gentiles, con la promesa de que, tras su victoria sobre el fascismo,
aquéllos y éstos se sentirían para siempre hermanos en Polonia»
Isaac
Bashevis Singer.