LOCO
«Nuestras
amistades no podían comprender qué nos impulsaba este viaje. No hacían más que
proferir quejas y lamentos. Nada podía hacerles entender que lo que hacíamos
era dejarnos llevar por la inercia; que para nosotros era más fácil sucumbir a
la atracción del mar y surcarlo en una
pequeña embarcación que quedarnos en tierra firme, de la misma forma que para
ellos era más sencillo quedarse en tierra que lanzarse a la mar. Es un estado
mental provocado por un excesivo egocentrismo. No pueden salir de sí mismos. No
pueden alejarse lo suficientemente de sí mismos como para darse cuenta de que
su fluir quizá sea diferente al de los demás. Creen que sus deseos y
preferencias forman un conjunto con el que han de medirlos los deseos y
preferencias del resto de los seres. Esto es injusto. Y yo así se lo digo. Pero
no pueden apartarse lo suficiente de sus propios y miserable egos como para
llegar a oírme. Creen que estoy loco. Por lo tanto, les soy simpático. Es una
situación que ya me es familiar. Todos tendemos a creer que algo debe fallar en
la mente de aquellos que no están de acuerdo con nosotros.»
Jack
London. El crucero del Snark. Editorial Juventud.