«Otro problema grave es el de proporcionar prendas de abrigo a
este improvisado ejército que está en las trincheras envuelto en papel de
periódicos. Es inútil emprender ninguna nueva requisa. Todo está ya requisado.
Las tiendas y los almacenes fueron saqueados en los primeros días de la
revolución por bandas de titulados milicianos que no han ido nunca al frente y
andan por las calles de Madrid con cazadora de piel y botas altas de montar,
mientras los que luchan en las trincheras se mueren de frío. Se hace popular
una cancioncilla de cierto sabor clásico que critica esta tremenda injusticia.
Dice así:
Cuando se viene a Madrid
lo primero que se ve
son los emboscados, madre,
sentados en los cafés.
Los chaquetas son de cuero,
los pantalones también,
y a los que vienen del frente
las vergüenzas se les ven.»
Manuel Chaves Nogales.