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jueves, 30 de junio de 2022

OBITER DICTUM










«Otro problema grave es el de proporcionar prendas de abrigo a este improvisado ejército que está en las trincheras envuelto en papel de periódicos. Es inútil emprender ninguna nueva requisa. Todo está ya requisado. Las tiendas y los almacenes fueron saqueados en los primeros días de la revolución por bandas de titulados milicianos que no han ido nunca al frente y andan por las calles de Madrid con cazadora de piel y botas altas de montar, mientras los que luchan en las trincheras se mueren de frío. Se hace popular una cancioncilla de cierto sabor clásico que critica esta tremenda injusticia.
Dice así:

Cuando se viene a Madrid
lo primero que se ve
son los emboscados, madre,
sentados en los cafés.

Los chaquetas son de cuero,
los pantalones también,
y a los que vienen del frente
las vergüenzas se les ven.»

Manuel Chaves Nogales.

ARPILLERA Y POLVO

 AFRODITA
VENUS










































lunes, 27 de junio de 2022

OBITER DICTUM

 




«Todos están muertos; pero no me pondré a llorar, aunque las lágrimas, según dice Juvenal, representan la parte más hermosa de nuestros sentidos. Lacrimae nostri pars óptima sensus, si no recuerdo mal lo aprendido en la escuela. No serán unas memorias lo que escribiré. En mi casa no hay ni un solo trocito de papel con apuntes o datos. Además, me falta paciencia para esa clase de escritura. No tengo más que recuerdos.»


Jaroslav Seifert.



domingo, 26 de junio de 2022

ARPILLERA Y POLVO

 NÉSTOR DE LA TORRE




Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






TRISTÍSSIMA NOX


Noche de soledad. Rumor confuso
hacer el viento surgir de la arboleda,
donde su red de transparente seda
grisácea araña entre las hojas puso.

Del horizonte hasta el confín difuso
la onda marina sollozando rueda
y, con su forma insólita, remeda
tritón cansado ante el cerebro iluso.

Mientras del sueño baja el firme amparo
todo yace dormido en la penumbra,
sólo mi pensamiento vela en calma,

como la llama de escondido faro
que con sus rayos fúlgidos alumbra
el vacío profundo de mi alma.

Julián del Casal.

sábado, 25 de junio de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE


 




LAS FOTOS Y EL VINO


«Alquilé una habitación en la posada y me quedé unos días. La molestia valió la pena, pues pronto comprobé que las miradas ya no eran tan esquivas. Cuando al domingo siguiente, después de salir de la iglesia, algunos campesinos se hallaban en la posada bebiendo vino, me acerqué y les mostré las fotos que les había tomado. Primero no ocurrió nada; luego uno de ellos cogió una de las fotos, la contempló y empezó a reír. De pronto todos miraban las fotografías y se iniciaba un animado y confuso parloteo. Pedí unas jarras de vino tinto y el hielo pareció romperse. Las fotos y el vino hicieron milagros. Yo tenía pánico al pensar en las difíciles escenas previstas en el guión; por ejemplo, una persecución en las callejuelas de la aldea, una fiesta bulliciosa y determinadas escenas dramáticas. También me preocupaba que los campesinos no tuvieran tiempo libre, pues estarían ocupados con el heno y la cosecha hasta septiembre. Pero por fin el ambiente se había distendido. Me prometieron que harían un hueco cuando yo regresara en otoño.»


Leni Riefenstahl.

Memorias.

Editorial Lumen.


jueves, 23 de junio de 2022

OBITER DICTUM





«Si alguno de vosotros está desalentado porque no disponemos de caballería y los enemigos la tienen numerosa, considerad que diez mil jinetes no son nada más que diez mil hombres: nadie murió jamás en una batalla a consecuencia de los mordiscos o de las coces de un caballo; son los hombres quienes deciden la suerte de las batallas. ¿Y puede negarse que nosotros marchamos sobre un vehículo mucho más seguro que los jinetes? Ellos van suspendidos sobre sus caballos, temerosos no sólo de nuestros ataques, sino también de caerse. Nosotros, en cambio, que marchamos por tierra, golpearemos con mucha más fuerza si alguno se acerca, daremos con más facilidad en el blanco que queremos. Sólo en una cosa nos llevan ventaja los jinetes: pueden huir con más seguridad que nosotros»



Jenofonte.


miércoles, 22 de junio de 2022

ALLÁ EN LAS INDIAS


















UN TANTITO ENCALABRIADOS 

                                                           

«Tienen buena estatura, pocas barbas y pelos, fuera de la cabeza y cejas, en especial las mujeres. Dicen que se los quitan y matan con cierta yerba y polvos de unas como hormigas; andan desnudos en general, principalmente las cabezas. Traen metido lo suyo en un caracol, caña o cañuto de oro, y los compañeros de fuera. Los señores y principales visten mantas de algodón, a fuer de gitanas, blancas y de color. Las mujeres se cubren de la cinta a la rodilla, y sí son nobles, hasta el pie. Y estas tales traen por las tetas unas barras de oro, que pesan algunas doscientos pesos, y que están primamente labradas de flores, peces, pájaras y otras cosas relevadas. Traen ellas, y aun ellos, zarcillos en las orejas, anillas en las narices y bezotes en los bezos. Casan los señores con cuantas quieren; los otros, con una o con dos, y aquélla no hermana, ni madre, ni hija. No las quieren extranjeras ni desiguales. Dejan, truecan y aun venden sus mujeres, especial si no paren; empero es el divorcio y apartamiento estando ella con su camisa, por la sospecha del preñado. Son ellos celosos, y ellas buenas de su cuerpo, según dicen algunos. Tienen mancebías públicas de mujeres, y aun de hombres en muchos cabos, que visten y sirven como hembras sin les ser afrenta, antes se excusan por ello, queriendo, de ir a la guerra. Las mozas que yerran echan la criatura, con yerbas que para ello comen, sin castigo ni vergüenza. Múdanse como alárabes, y ésta debe de ser la causa de haber chicos pueblos. Andan los señores en mantas a hombros de sus esclavos, como en andas; son muy acatados; ultrajan mucho los vasallos; hacen guerra justa e injustamente sobre acrecentar su señorío. Consultan las guerras los señores y sacerdotes sobre bien borrachos o encalabriados con humo de cierta yerba. Van muchas veces con los maridos a pelear las mujeres, que también saben tirar de un arco, aunque más deben ir para ser vicio y deleite.»

Francisco López de Gomara.
Historia de la conquista de México.

domingo, 19 de junio de 2022

OBITER DICTUM

 




«Todo prisionero sorprendido desvalijando un cadáver alemán, era pasado inmediatamente por las armas. Ningún pelotón reglamentario se formaba, por lo demás, a este efecto. A bulto, un oficial tumbaba al delincuente de dos o tres tiros de pistola o, a veces, como tuve ocasión de comprobar durante aquella época, se entregaba el prisionero a dos o tres desalmados a los que este cometido era encargado regularmente. Aquellos malvados ataron una vez, ante mis ojos escandalizados, las manos de tres prisioneros a la verja de un portal. Después, una vez inmovilizadas sus víctimas, metieron una granada en uno de los bolsillos de sus capotes, o bien en un ojal, que forzaron con el mango del artefacto. El tiempo de quitar el seguro, y los miserables corrieron a ponerse a salvo, mientras la explosión despanzurraba a los ruskis que, hasta el último momento, imploraban perdón aullando desesperadamente.»


Guy Sajer.


sábado, 18 de junio de 2022

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






Dictum: After great distances oleander and rose. The rubble of earth’s other air—where the hummingbird flies in the shadow of the hawk. And through each wall, the opening earth of August, like a stone that cracks this wall of sun. Mountains. And then the lights of the town beyond the mountain. The town that lies on the other side of light. We dream that we do not dream. We wake in the hours of sleep and sleep through the silence that stands over us. Summer keeps its promise by breaking it.

Paul Auster.

martes, 14 de junio de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE






CAMARADAS


“Los protagonistas de la Asamblea replegaron sus fuerzas; habían sido puestos sobre aviso. Sólo que en su esfuerzo por contrarrestar la amenaza bolchevique contaban con una seria, si no fatal, desventaja. A sus ojos, los bolcheviques habían subvertido la democracia y perdido el derecho a gobernar, pero su destitución debía lograrse por las presiones de la opinión pública, nunca por la fuerza, porque el único beneficiario de un conflicto de aniquilación mutua entre los partidos socialistas sería la «contrarrevolución». En diciembre se supo en Petrogrado que los generales estaban concentrando tropas en el Don; su objetivo no podía ser otro que el de subvertir la revolución y arrestar, y quizá linchar, a todos los socialistas. Esto era para ellos una alternativa peor que los bolcheviques, que eran auténticos revolucionarios, si bien estaban equivocados; reconocidamente impetuosos, demasiado ávidos de poder, demasiado brutales, pero así y todo «camaradas», embarcados en un mismo objetivo compartido. Nadie podía negar, por otra parte, su influencia en las masas. La izquierda democrática estaba convencida entonces, y siguió estándolo en los siguientes años, de que los bolcheviques comprenderían tarde o temprano que no podían gobernar Rusia ellos solos. Una vez esto ocurriera y se invitara a los socialistas a compartir el poder, Rusia habría de retomar su avance hacia la democracia. Esta maduración política llevaría tiempo, pero estaba destina a ocurrir. Por esta razón, la resistencia a los bolcheviques debía quedar limitada a la propaganda y agitación pacífica. Solo unos pocos intelectuales de izquierdas, principalmente de las generaciones mayores, se planteaban la posibilidad de que los auténticos contrarrevolucionarios fuesen los propios bolcheviques. Los líderes de los socialistas revolucionarios y mencheviques nunca dejaron de percibir a los bolcheviques como camaradas de armas desviados del propósito, y esperaban confiadamente el momento en el que recuperarán la cordura.”

Richard Pipes.
La revolución rusa.
Editorial Debate.

domingo, 12 de junio de 2022

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






               IV

Entre la flecha y el punto
el insecto bordonea.
El arco del cejijunto
crea paréntesis, crea.

La lluvia, que no es conjunto,
arco y violín puntea.
Cuando la escala está en punto
el reloj suave gotea.

Siento que no me siento;
borro, y hostiga la nada.
Frente a la muralla el ojo
traza la ciudad cansada.

Rasgada flecha o rastrojo
suman un solo lamento.

José Lezama Lima.

jueves, 9 de junio de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE





LOS ROJOS DE ROJO Y DIOS


«El doctor (Gobierno), al despedirse del paciente, le había recetado simplemente unos paliativos sin trascendencia curativa alguna, dejándolo en manos de Dios para que la fe y la naturaleza hiciesen lo que la ciencia rectora de la política no había sabido o podido hacer. Y fueron esa fe, a través de la moral de guerra, y esa obra de la naturaleza, a través de la voluntad (savia inextinguible en el hombre español, en sus horas difíciles), las que produjeron una exaltación de la moral, a la que contribuyeron poderosamente los dirigentes políticos, viejos y jóvenes, que voluntariamente se quedaron en Madrid conservando sin desmoralizar el espíritu de sacrificio, luchando hasta el fin, y gracias a él, y sus arengas habladas o escritas en la prensa y radio, mantuvieron encendida la pasión de lucha. Todo eso provocó la revulsión necesaria devolviendo al enfermo una vitalidad inusitada, en la que se ponía de relieve que la combatividad del hombre que se batía defendiendo ideales, bien o mal comprendidos, pero ideales al fin, no se había extinguido todavía.»


Vicente Rojo.

Así fue la defensa de Madrid.

Ediciones Era.


martes, 7 de junio de 2022

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






DOS DE NOVIEMBRE


Las campanas hoy
Ominosas suenan.
Aún temprano, el aire,
Frío acero, llega

Por tu sangre adentro.
Recuerdas los tuyos
Idos este año
Dejándote único.

Ahora tú sostienes
Solo la memoria:
El hogar remoto,
Familiares sombras,

Todo destinado
Contigo al olvido.
El azul del cielo
Promete, tan limpio,

Aire tibio luego.
Y por el mercado,
Donde están las flores
En copiosos ramos,

Un olor respiras,
Olor, mas no aroma,
A tierra, a hermosura
Que, antigua, conforta.

A pesar del tiempo,
Al alma, en la vida,
Materia y sentidos
Como siempre alivian.

Luis Cernuda.

sábado, 4 de junio de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE






SOBRE EL TEMOR


«Porque un temor moderado cohibe los ánimos, mas el continuo y violento, que evoca los mayores extremos, excita a los abatidos a la audacia y los persuade a intentarlo todo. Se contiene a las fieras con una valla de cuerdas y plumas, pero si un jinete las acosa por detrás con dardos, intentarán la fuga a través de lo mismo de que antes huían y pisotearán su miedo. El valor más terrible es el que provoca la extrema necesidad. Conviene que el miedo deje alguna seguridad y muestre más esperanza que peligro; de lo contrario, cuando los que están tranquilos Porque un temor moderado cohibe los ánimos, mas el continuo y violento, que evoca los mayores extremos, excita a los abatidos a la audacia y los persuade a intentarlo todo. Se contiene a las fieras con una valla de cuerdas y plumas, pero si un jinete las acosa por detrás con dardos, intentarán la fuga a través de lo mismo de que antes huían y pisotearán su miedo. El valor más terrible es el que provoca la extrema necesidad. Conviene que el miedo deje alguna seguridad y muestre más esperanza que peligro; de lo contrario, cuando los que están tranquilos temen iguales peligros, prefieren lanzarse a ellos y sacrificar la vida ajena.

Séneca.
De la clemencia al emperador Nerón.

viernes, 3 de junio de 2022

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE





EN LA FÁBRICA OCTUBRE ROJO


«Cuando las cosas se calmaban en tu sector, podía parecer que el enemigo se había retirado de todos los frentes. Pero la realidad era que Stalingrado era bombardeada de forma constante, día sí, día no. A un ataque seguía un contraataque; explosiones aisladas crecían hasta convertirse en incendios generalizados: en las proximidades de la fábrica Octubre Rojo, alrededor de la Barricadi, en el centro de la ciudad. Con todo, acostumbrados como estábamos al constante estrépito del combate, no prestábamos atención más que a las escaramuzas que tenían lugar en puntos cercanos, en las laderas de la colina Mamáiev, o las que se producían entre nuestros vecinos a derecha e izquierda.»


Vasili Záitsev.

Memorias de un francotirador en Stalingrado.

Editorial Crítica.