RIGORISMO
VIGILANTE
O
COLORIDO DE
TRISTEZA
«En Francia,
y mucho menos en México, no podrá formarse idea de la posición de unas
muchachas bonitas la mayor parte, desde veinte hasta treinta leguas de
distancia de las casas de sus padres, entregadas a su sola virtud. A pesar de esto,
no se advierten efectos deplorables en Lowell, a excepción de muy corto número
de casos, que no destruyen la regla general. La raza inglesa tiene costumbres
muy diferentes que la española y francesa. Otros hábitos, otras ideas. La
educación protestante traza alrededor de cada individuo un círculo más difícil
de penetrar que el que forma la educación católica. Por una parte hay, es
verdad, más frialdad, menos comunicación en las relaciones sociales, una
ausencia mas o menos absoluta de efusión y de confianza; pero por la otra se
encuentra más respeto, mas consideraciones por la personalidad de los otros. Lo
que entre nosotros sería considerado como una pura travesura, una aventura
insignificante, se reprobaría severamente en Inglaterra y los Estados Unidos
del Norte. Así, pues, ninguno se admire de ver en este país las hijas de los
propietarios cultivadores del campo, ausentarse de sus padres e irse solas a
grandes distancias a establecerse en una ciudad en donde no conocen a nadie, y
residir allí tres o cuatro años en su trabajo, hasta hacer una pequeña fortuna.
Se hallan bajo la salvaguardia de la fe pública. Esto supone en las costumbres
una reserva extremada, y en la opinión pública un rigorismo vigilante e
inexorable. Es verdad que este rigorismo y esta reserva dan a la sociedad un
colorido de tristeza y de tediosa monotonía que cansa a los que no están
acostumbrados a ella, pero cuando se reflexiona sobre los peligros a que el
sistema contrario expone a las jóvenes incautas que se precipitan a los
placeres; cuando se cuentan las víctimas que ha hecho esa facilidad de comunicación
y ese abandono en otros países, es difícil no convenir que la frialdad e incomunicabilidad
angloamericana, vale bien y mucho más que la amable y dulce sociabilidad
francesa y mexicana.»
Lorenzo de
Zavala.
Viaje a los
Estados-Unidos del Norte de America.
Imprenta de
Castillo y Compañía.