Mi lista de blogs
miércoles, 30 de junio de 2021
OBITER DICTUM
lunes, 28 de junio de 2021
sábado, 26 de junio de 2021
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
UNA DE COSTUMBRES Y DOS HUEVOS DUROS
jueves, 24 de junio de 2021
martes, 22 de junio de 2021
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
THE MESSENGER
domingo, 20 de junio de 2021
viernes, 18 de junio de 2021
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
LA MARIPOSA HUSTON
jueves, 17 de junio de 2021
OBITER DICTUM
«Nunca podré olvidar aquellos padecimientos. Jamás se sufre tanto como siendo cruel por necesidad. ¿No es un infierno para un blando corazón rechazar brutalmente a los sedientos heridos cuya fiebre les enloquece? Cumplía con mi obligación: cuestión de vida o muerte lo del agua y, sin embargo, aún me duran los remordimientos. Mi cometido no me permitía tener piedad y esto fue para mí lo más horrible del asedio. No pude tener piedad.»
Eduardo Pérez Ortiz.
miércoles, 16 de junio de 2021
lunes, 14 de junio de 2021
OBITER DICTUM
sábado, 12 de junio de 2021
viernes, 11 de junio de 2021
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EL TIRANO CORSO Y GABACHO
«Estaba yo en Ginebra, relacionándome por placer y por las circunstancias con la sociedad inglesa, cuando llegó la noticia de la declaración de la guerra. Enseguida se extendió el rumor de que iban a hacer prisioneros a los viajeros ingleses. Como no se había visto nada parecido en el derecho de los ciudadanos de ninguna nación, no lo creí, y mi convicción estuvo a punto de perjudicar a varios amigos; con todo, pudieron escapar. Hombres totalmente ajenos a la política, como lord Beverley, padre de once hijos, que volvía de Italia con su familia, y otras cien personas más que, con pasaporte francés, habían llegado a las universidades para participar en proyectos científicos o para instruirse, o que habían ido a los países del sur para curarse, y que viajaban, por tanto, al amparo de las leyes admitidas en todas las naciones, fueron arrestados y, desde hace diez años, languidecen en ciudades provincianas bajo las condiciones de vida más miserables que se pueda imaginar. Este hecho escandaloso no tuvo ninguna consecuencia. Apenas dos mil ingleses, en su mayoría nada belicistas, fueron víctimas de un tirano fantasioso que quería hacer sufrir a unos cuantos pobres individuos por el odio que sentía hacia la invencible nación a la que pertenecían.»
Madame de Staël.
Diez años de destierro.
Penguin Clásicos.
jueves, 10 de junio de 2021
Y EL OBOLO BAJO LA LENGUA
FINESTRA
martes, 8 de junio de 2021
domingo, 6 de junio de 2021
ALLÁ EN LAS INDIAS
NUÑO
DE GUZMÁN EN COMPOSTELA DE INDIAS
sábado, 5 de junio de 2021
viernes, 4 de junio de 2021
OBITER DICTUM
«La única explicación posible era que ningún escalón de mando, por muy preocupado que estuviera, se atrevía a tomar medidas si la decisión no venía del propio Stalin, que evidentemente no creyó llegado el momento. La autosuficiencia del dictador (genial e infalible según la propaganda) puso a la Unión Soviética en peligro y le causó pérdidas incalculables en vidas y bienes materiales. Al error de dejar a los alemanes el privilegio de escoger el día, la hora y el terreno de combate, se sumó el de que las tropas soviéticas no estuvieran listas para recibir al enemigo. Claro está que entonces, aunque vi esto claramente no se me pasó por la cabeza culpar a Stalin y achacamos la derrota a la burocrática incapacidad de sus subordinados.»
Manuel Tagüeña.
jueves, 3 de junio de 2021
miércoles, 2 de junio de 2021
OBITER DICTUM
martes, 1 de junio de 2021
OBITER DICTUM
«El siguiente gran estreno fue en París. Pocos días antes de mi partida, hubo en la Tobis una agitación que casi impidió mi viaje. Me comunicaron que se había ejercido una fuerte presión sobre el distribuidor francés para que la película no se proyectase en Francia, o por lo menos no sin determinados cortes. Habría que suprimir varias tomas de Hitler y de algunos vencedores alemanes. No había suprimido las escenas con Jesse Owens y otros atletas negros, como Goebbels había exigido, por lo tanto también me negué a cortar las imágenes de Hitler. La situación era tensa. La Tobis me aconsejó que no fuese a París, pero yo estaba convencida de poder solventar tales reparos mediante conversaciones personales con la distribuidora. Todavía no sospechaba el boicot que se empezaba a fraguar contra el régimen de Hitler; más bien recordaba el apasionado entusiasmo de los franceses por El triunfo de la voluntad del año anterior y las tres medallas de oro de la Exposición Internacional.»