«Su canción preferida era “La canastera”, que se oía hasta la saciedad por las calles, cantada por las niñas cuando jugaban, por las criadas a través de las abiertas ventanas de los patios. También cantaban dos canciones dedicadas al tabaco, aunque ninguna de las costureras fumaba, “Fumando espero” y el tango “Nubes de humo”.»
Fernando Fernán Gómez.