GRITO
Quiero cantar sin pausa
líricamente al desaire,
como quiera hacer mi flauta
al entrar y salir del aire.
Quiero reírme sin sordina,
ampliamente, al sol del estío,
con esta risa divina
de este corazón tan mío.
Quiero bañar el alma en gozo
salvajemente, y saltar,
hasta tirar la angustia al pozo
y el prejuicio echarlo al mar.
Y, entonces, ir por los caminos
con la alegría en la mirada,
la voz llena de blancos trinos
y la sonrisa beatificada,
a decir que la vida es esto:
y el resto,
nada.
Rogelio Buendía