«En Europa Occidental el
antisemitismo no tiene la misma violencia. El clima moral, el medio histórico,
son diversos. El problema judío reviste formas menos agudas. El antisemitismo,
además, es menos potente y extenso. En Francia se encuentra casi localizado en
el reducido aunque vocinglero sector de la extrema derecha. Su hogar es
L'Action Française. Su sumo pontífice, Charles Maurras. En Alemania, donde la
revolución suscitó una acre fermentación antijudía, el antisemitismo no domina
sino en dos partidos: el Deutsche national y el fascista. El racismo que tiene
en Luddendorf su más alto condottiere mira en el socialismo una diabólica
elaboración del judaísmo. Pero en la misma derecha un vasto sector no toma en
serio estas supersticiones. En el Volks Partei milita casi toda la plutocracia,
industrial y financiera, israelita.»
José
Carlos Mariategui