Según muchos
antropólogos, si Hobbes tuviera razón, la guerra sería inevitable o incluso
deseable; por tanto, todo partidario de la paz debe insistir en que Hobbes
estaba equivocado. Estos «antropólogos de la paz» (que en realidad son
académicos bastante agresivos —el etólogo Johan van der Dennen los llama la
«mafia de la paz y la armonía»—) han sostenido que los seres humanos y otros
animales se sienten muy inhibidos a la hora de matar a los suyos, que la guerra
es un invento reciente y que los enfrentamientos entre los pueblos indígenas
obedecían a rituales y eran inofensivos hasta que se toparon con los
colonialistas europeos.
Steven
Pinker.