UNA GRACIA DE LA RAZÓN DE DIOS
“Desde
la plaza del Comercio se ve el paisaje que se extiende sobre la orilla meridional del río. No tiene mucha amenidad: es un paisaje llano, monótono,
indefinido. Lisboa, en cambio, ha de verse desde esta orilla, desde el otro
lado del río. Previo pago de un peaje ínfimo, una de esas pequeñas
embarcaciones que van y vienen entre una orilla y la otra le transportan a uno
a la parte opuesta del río. Desde allí se contempla, sobre el plano anchísimo
del Tajo, que la marea infla o adelgaza, hace bajar o subir alternativamente,
el maravilloso anfiteatro de la ciudad puesta sobre las ondulaciones, los
vientres y las depresiones de sus célebre siete colinas. No hay muchas cosas en
Europa que se puedan comparar a ese espectáculo de maravilla. Quien lo ha visto
una vez no lo olvida nunca más. Es un espectáculo que no contiene nada
monstruoso, ninguna forma que repela a la medida humana. En este sentido es una
gracia de la razón de Dios.
Josep Pla.
La vida amarga.
Ediciones Destino.
La vida amarga.
Ediciones Destino.