“¿Qué podemos decir de la
derrota sufrida en esta llamada Semana de Espartaco a la luz de las cuestiones
históricas aludidas más arriba? ¿Ha sido una derrota causada por el ímpetu de
la energía revolucionaria chocando contra la inmadurez de la situación o se ha
debido a las debilidades e indecisiones de nuestra acción?
¡Las dos cosas a la vez! El
carácter doble de esta crisis, la contradicción entre la intervención ofensiva,
llena de fuerza, decidida, de las masas berlinesas, y la indecisión, las
vacilaciones, la timidez de la dirección ha sido uno de los datos peculiares
del más reciente episodio.
La dirección ha fracasado.
Pero la dirección puede y debe ser creada de nuevo por las masas y a partir de
las masas. Las masas son lo decisivo, ellas son la roca sobre la que se basa la
victoria final de la revolución. Las masas han estado a la altura, ellas han
hecho de esta "derrota" una pieza más de esa serie de derrotas
históricas que constituyen el orgullo y la fuerza del socialismo internacional.
Y por eso, del tronco de esta "derrota" florecerá la victoria futura.
"¡El orden reina en
Berlín!", ¡esbirros estúpidos! Vuestro orden está edificado sobre arena.
La revolución, mañana ya "se elevará de nuevo con estruendo hacia lo
alto" y proclamará, para terror vuestro, entre sonido de trompetas:
¡Fui, soy y seré!
Rosa
Luxemburgo