ORO
«El más noble y
precioso metal, como todos saben es el oro, el cual, aunque de todas las
nasciones ha sido siempre tenido en mucho por la nescesidad que hay dél para
las contrataciones y otros negocios importantísimos, esta gente no lo tenía
tanto, aunque todavía le tenían en más que a los otros metales, y del hacían
joyas presciosas, porque las plumas ricas y las de virtud eran las más estimadas
y más principales joyas que los indios tenían. Las minas del oro se hallan por
la mayor parte en tierra caliente, en los ríos y arroyos. Su nascimiento es
cerca dellos, porque a la orilla toman el seguimiento hasta dar en el oro.
Cógese en polvo, entre la arena, y, lavándolo en unas bateas que son ciertos
vasos acomodados para ello, despidiendo el arena con el agua, queda el oro, el
cual también se halla en las sierras y en tierra llana. Hanse descubierto
granos muy finos y de muy gran peso. También se saca plata, y en ella,
incorporado el oro. Apártase el un metal del oro con agua fuerte. Síguense muy
poco las minas del oro, porque es menester hacer mucho gasto, y son pocos los
que puedan sufrillo.
Las minas de la plata son más generales y hállanse
en muchas partes. Florescieron en un tiempo las de Tasco, y ahora las de los
Zacatecas. También éstas son costosas, por la falta que hay de esclavos e
indios, y por lo mucho que cuestan los negros y la poca maña que para ello se
dan. Las minas de plata, cuando andan buenas, sustentan y engruesan la tierra,
y cuando van de caída, paresce que todo está muerto. Nescesidad tienen los
mineros de que su Majestad les dé favor, pues aliende el aprovechamiento destos
reinos, con ninguna cosa se adelantan tanto sus rentas reales como con el buen
aviamiento de las minas.»
Francisco Cervantes de Salazar.
La Crónica de la Nueva España.
La Crónica de la Nueva España.