QUÉDATE
QUIETO 
Deja para mañana 
lo que podrías haber
hecho hoy 
(y comenzaste ayer sin
saber cómo). 
Y que mañana sea
mañana siempre; 
que la pereza deje
inacabado 
lo destinado a ser
perecedero; 
que no intervenga el
tiempo, 
que no tenga materia
en que ensañarse. 
Evita que mañana te
deshaga 
todo lo que tú mismo 
pudiste no haber hecho
ayer.
                                      Ángel
González