No soy buen naturalista según dicen, y desconozco por qué
suerte de mecanismo el miedo obra en nosotros. Es el miedo una pasión extraña y
los médicos afirman que ninguna una otra hay más propicia a trastornar nuestro
juicio. En, efecto, he visto muchas gentes a quienes el miedo ha llevado a la
insensatez, y hasta en los más seguros de cabeza, mientras tal pasión domina,
engendra terribles alucinaciones.
Michel de Montaigne