“Lo que distingue a los caracteres poéticos,
aunque constituye también un peligro para ellos, es esa imaginación suya que
agota las cosas de antemano: una imaginación que anticipa lo que ha de suceder
o lo que puede suceder, que goza o sufre previamente por ello y que, cuando
llega al momento de actuar, se encuentra ya cansada. Lord Byron, que sabía
mucho de esto, escribió en un diario: “Si alguna vez tengo un hijo, le haré
algo prosaico: abogado o pirata.”