“Las
habladurías, que simulan comprenderlo todo, y la avidez de novedades , que todo
lo ve al parecer, dan al ser ahí una seudo-garantía de que vive con
autenticidad y seguridad la plenitud de las posibilidades de la vida, de que
vive una vida de verdadera vitalidad, con lo que todo tiene aspecto de
auténticamente comprendido, pero en el fondo no lo es, o no tiene aspecto de
tal, pero lo es en el fondo, y en definitiva no es posible decidir qué es lo
visto y comprendido auténticamente y lo que no.”
Martin
Heidegger