Dejar de existir no significa nada, no puede
significar nada. ¿Para qué ocuparse de lo que sobrevive a una irrealidad, de una
apariencia que sucede a otra apariencia? La muerte no es efectivamente nada, o
todo lo más un simulacro de misterio, como la propia vida. Propaganda antimetafísica
de los cementerios.
E. M. Cioran.