“Nada de esto resulta absolutamente
inconcebible, pero entre los cargos se incluía otra acusación que vale la pena
examinar en detalle. Se refiere a cierto demonio privado de Lady Alice, que se
aparecía a veces disfrazado de gato, a veces con la forma de un perro lanudo
negro y otras como un hombre negro. Lady Alice lo recibía como su íncubo y le
permitía copular con ella. A cambio de ello el íncubo le proporcionaba
riquezas: todas sus considerables propiedades habían sido adquiridas con su
ayuda. El demonio era conocido por los otros miembros del grupo. Lo llamaban
Hijo del Arte, o Robin, Hijo del Arte; Y afirmaban que estaba entre los
demonios más pobres del infierno.”
Norman Cohn.