«Muchas veces me he preguntado por qué me incliné al comunismo. En primer lugar me atrajo su fórmula simplista para resolver el problema social. Al desaparecer los capitalistas y la propiedad privada sobre los medios de producción, las clases sociales perderían su razón de ser y la sociedad entraría en una etapa ininterrumpida de progreso moral y material. Un Estado basado en estos principios, tenía necesariamente que gobernar en beneficio de todo el pueblo. Lo que toda esta utopía resultaba en realidad, lo supe mucho más tarde.»
Manuel Tagüeña.