“Entre las numerosas
manifestaciones que he recibido, figura una carta entusiasta hacia España
emanada de todas las grandes concentraciones de fuerzas vivas de Shanghai. Esto
ha hecho madurar en mí un proyecto ya muy antiguo, muy anterior al conflicto
sino-japonés e independiente de las circunstancias hoy tan favorables para su
desarrollo, y es el de mandar a China una Misión de gente bien documentada y
conocedora de aquel terreno para crear una corriente comercial, tomando como
base, en mi opinión indispensable, el establecimiento de un Banco hispanochino,
que bien pudiera ser una hijuela del de Comercio Exterior. Si conseguimos crear
esta corriente comercial, ello nos permitiría apoyar sobre ella una línea de
vapores que reanudase nuestras relaciones con las Filipinas de tan alto interés
moral. Ya ve Vd. cómo en estos asuntos siempre va entrelazada la razón moral
con la material.”
Salvador de Madariaga.