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viernes, 21 de mayo de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






THE DEATH OF MARILYN MONROE


The ambulance men touched her cold
body, lifted it, heavy as iron,
onto the stretcher, tried to close the
mouth, closed the eyes, tied the
arms to the sides, moved a caught
strand of hair, as if it mattered,
saw the shape of her breasts, flattened by
gravity, under the sheet
carried her, as if it were she,
down the steps.

These men were never the same. They went out
afterwards, as they always did,
for a drink or two, but they could not meet
each other's eyes.

Their lives took
a turn-one had nightmares, strange
pains, impotence, depression. One did not
like his work, his wife looked
different, his kids. Even death
seemed different to him-a place where she
would be waiting,

and one found himself standing at night
in the doorway to a room of sleep, listening to a
woman breathing, just an ordinary
woman
breathing.

Sharon Olds.

jueves, 20 de mayo de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA




EPITAFIO ROMANO


«No fui nada, y ahora nada soy.

Pero tú, que aún existes, bebe, goza

de la vida..., y luego ven.»

Eres un buen amigo.

Ya sé que hablas en serio, porque la amable piedra

la dictaste con vida: no es tuyo el privilegio,

ni de nadie,

poder decir si es bueno o malo

llegar ahí.

Quien lea, debe saber que el tuyo

también es mi epitafio. Valgan tópicas frases

por tópicas cenizas.


Francisco Brines.




lunes, 17 de mayo de 2021

OBITER DICTUM






Hablar, con una charla interminable de pájaro loco, embriagándose en sus propias palabras, hablar bien de ellas y mal de sus amigas, es su mayor placer. Se comprende que el buen turco, temiendo pasar el resto de su vida frente á frente con una sola de estas hermosas muñecas, vacía de cráneo y expedita de lengua, multiplique su número para encontrar alivio. Pero esta variedad, cuando todo el harem ha perdido el encanto de lo nuevo, sólo sirve para aumentar el tormento.

Vicente Blasco Ibáñez.

jueves, 13 de mayo de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE






LOS FELICES AÑOS VEINTE


Antes de que pudiera quitarme el uniforme recibí dos ofertas de mil dólares a la semana. Una era de Jack Warner, la otra de la compañía de William Fox. Pero preferí continuar trabajando para Joe Schenck con mi antiguo salario de doscientos cincuenta dólares. No veía cómo podía equivocarme al continuar con un hombre honrado como él solo, que se había portado tan amablemente con mi familia. Nunca me había encontrado con un hombre mejor en el mundo del espectáculo. Y todavía no lo he encontrado.
       A veces me pregunto si el mundo parecerá alguna vez un lugar tan libre de preocupaciones y excitante como nos lo parecía a nosotros en Hollywood durante 1919 y los primeros años veinte. Todos éramos jóvenes, el aire en el sur de California era como el vino. Nuestro negocio era también joven y floreciente, como nada que se hubiera visto hasta entonces.
Nadie sospechaba que la guerra mundial que acababa sería sólo la primera.

Buster Keaton.
Slapstick. Memorias…
Plot Ediciones

lunes, 10 de mayo de 2021

Y EL OBOLO BAJO LA LENGUA





    MOLINO DE MADERA



Era un puerto donde desembocaba el trigo.
Terminaba su viaje en el molino
la espiga, transformada en bella harina.

Había una bodega enorme, donde los fuertes sacos
plenos de maduros cereales
pugnaban por trepar hasta las vigas.

En el verano el sol iluminaba los patios,
la madera nueva.
Los portones se abrían y entraban las carretas.
El molinero tenía hasta las pestañas blancas
y su cantar aceitaba las máquinas.

Ahora, el cielo se pone más gris cuando lo mira.
Desde una ventana hecha pedazos
se ve correr a sus pies
al río vencedor, retumbando, royendo la madera.
La gente lo rehuye. Quizás albergue al Diablo.
Y entre la humedad y el moho,
abriendo puertas oxidadas, riendo ante las máquinas,
se pasean los duendes blancos
nacidos de la antigua harina.

Jorge Teillier.

sábado, 8 de mayo de 2021

OBITER DICTUM







Esto, que se ha hecho en siglos pasados en América, en Africa y en Oceanía, ahora se quiere hacer en Europa. Como los alemanes necesitan palabras universitarias para legitimar sus ideas de conquista, a eso han llamado la política del espacio vital. Todo ello es darle vueltas a lo mismo. Los Estados modernos quieren tener como dos técnicas: una de simulaciones, de palabras razonables, basadas en el derecho; otra de realidades, la del espacio vital, basada en la guerra. Con la una se discuten todos los puntos de un tratado con gran seriedad y gran meticulosidad; con la otra se hace cínicamente lo que conviene, sin hacer caso de lo que se ha firmado.

Pío Baroja.

miércoles, 5 de mayo de 2021

ALLÁ EN LAS INDIAS






MÁS VIDA, HONRA, HACIENDA Y SEÑORÍO



Y la noche antes se abían bixado las caras y sendas piernas por se conosçer los unos de los otros sus enemigos. Al alua al sonido de la corneta, hera un caracol grande, concha, se tocó, acometen tan balerosamente los mexicanos y adelántanse antes del acometer quatro lenguas (nahuatatos), dando bozes, diziendo: "Mexicanos, ¿a qué fue benida a nras tierras tantos y armados?" Rrespondieron los mexicanos: "Nra benida fue beer buestras tierras y a bosotros". Dizen los de Mechuacan: "Pues de buestra boluntad benistes a buscar buestras muertes, aquí fenesçeréis todos". Rrespondieron los mexicanos: "Pues para luego es tarde". Comiença una muy braua y rrezia y muy rreñida batalla tre los unos y los otros y la bozería tan grande que, como eran usados los mexicanos a acometer tan rrezio, no halló ardimiento de ánimo y poder la gente tarasca, yban sienpre multiplicándose, sus gentes benir de rrefresco, y con todo lleuaron los mexicanos a los tarascos hasta dentro del pueblo llaman Matalçingo, lleuando alguna mexoría, aunque muy poca. Buelue un prençipal con nueba a toda priesa Axayaca, diziendo en el estremo en que estauan los balerosos capitanes a causa de trar y benir al exérçito tarasca mucha gente de rrefresco y balientes, que ban los mexicanos muriendo muchos dellos y los capitanes y balientes soldados cuachicme y tequihuaque afloxando y muriendo. Rrespondió Axayaca al exérçito y banguardia que él lleuaua, diziéndoles: "Ea, mexicanos balerosos, aquí es menester uro ardimiento y esfuerço para ganar onrra o morir balerosamente muriendo en justa batalla, pues sabéis que nos aguarda para este bien el gran tetzahuitl Huitzilopochtli, e aguixemos los chalcas y los chinanpanecas y Suchimilco e a los de las sierras de Tacuba, los montañeses, los matlatzinca". Y llegados al socorro, no hallaron más de los quatro balerosos capitanes, que estaban tan lasos, tan cansados, llenos de poluo los rrostros, que paresçían estar tan atónitos y borrachos de los golpes que les dauan; y danles luego a beuer un breuaxe llaman yolatl. Y con esto, tra a la batalla los pueblos de las chinanpanecas al rrefresco. Tanbién los consumieron los mechuacanes. Y bían luego a los chalcas. Por lo consiguiente, un pueblo consumido, otro biado, por los mexicanos trauan de cada rrefresco dos mill y los tarascos boluían y trauan de nueuo diez mill, que al momento fenesçían las bidas allí en manos de los carniçeros.

Hernando Alvarado Tezozómoc.
Crónica Mexicana.

lunes, 3 de mayo de 2021

OBITER DICTUM


 




«Mas é o fumo do cigarro o que mais espiritualmente me reconstrói momentos passados. Ele apenas roça a minha consciência de ter paladar. Por isso mais [...] me evoca as horas que morri, mais longínquas as faz presentes, mais ne voentas quando me envolvem, mais etéreas quando as cor- porizo. Um cigarro mentolado, um charuto barato toldam de suavidade alguns meus momentos. Com que sutil plausibili- dade de sabor-aroma reergo os cenários mortos e empresto outra vez as [...] de um passado, tão século dezoito sempre pelo afastamento malicioso e cansado tão medievais sempre pelo inevitavemente perdido.»


Fernando Pessoa.


domingo, 2 de mayo de 2021

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos, con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.

Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
oscuro, torpe, malo─ el que la habita…

Ángel González.

sábado, 1 de mayo de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE




EL MOJIGATO VICTORIOSO


«Conociendo ser un mal muy perjudicial a la Santa Religión que profesamos, en cuya defensa hemos tomado las armas, a la Patria a quien deseamos libertad, y del todo contrario a una buena política militar, los muchos excesos que con dolor he advertido en la tropa, por la compañía frecuente y trato criminal con las mujeres públicas que se presentan cada día, y acompañan con escándalo al Ejército, cuyas consecuencias se notan ya de bulto; y que además de irritar en extremo la ira de Dios debilitan a los soldados, afean su conducta, y los desproporcionan para el mejor y más acertado manejo de las armas, haciéndose así imitadores de los excesos de los franceses, cuyas abominaciones los hacen con sobrada justicia aborrecibles a Dios y a todo el mundo, Mando...».



Francisco Javier Castaños Aragorri Urioste y Olavide.

Duque de Bailen.


miércoles, 28 de abril de 2021

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE







SOBRE CHISMES Y OTRAS BIOLOGÍAS

Mi postura presentaba la incomodidad añadida de que mi despacho y mi laboratorio se encontraban en el edificio de los laboratorios biológicos, la cabeza de puente de la física y la química, que pronto empezó a llenarse de biólogos moleculares generosamente subvencionados. El ambiente se fue volviendo deprimentemente tenso. Watson ni se dignaba darse por enterado de mi presencia cuando nos cruzábamos en el vestíbulo, aunque no hubiera nadie cerca. Yo no sabía qué hacer: si pagarle con la misma moneda, fingiendo no darme cuenta de su existencia (algo imposible) o si humillarme insistiendo en mantener la cortesía sureña (imposible también). Me decidí por saludarle con un gruñido. La actitud de los aliados de Watson oscilaba entre la indiferencia y la gelidez, con la excepción de George Wald, que adoptó una actitud olímpica. Se mostraba amistoso, pero absolutamente pagado de sí mismo y con una condescendencia teatral. En las pocas ocasiones en las que hablamos, no pude evitar la sensación de que Wald, en realidad, se dirigía a un público imaginario, de cientos de espectadores, sentado detrás de mí. De hecho a finales de los sesenta cedió a esta segunda vocación, dedicándose a la oratoria política y moral ante las grandes audiencias. En los momentos álgidos de la agitación estudiantil que afecto a Harvard y a todas las demás universidades, Wald era el orador favorito de las multitudes de estudiantes activistas. Era de esos intelectuales elegantes y poco mundanos que ponen en marcha la revolución y son de los primeros ejecutados por ella. Y en lo referente al futuro de nuestra ciencia, estaba de acuerdo con Watson: sólo existe una biología, declaro en cierta ocasión, y es la biología molecular.

Edward O. Wilson.
El naturalista.
Editorial Debate.