LOS FELICES AÑOS VEINTE
Antes de que pudiera
quitarme el uniforme recibí dos ofertas de mil dólares a la semana. Una era de
Jack Warner, la otra de la compañía de William Fox. Pero preferí continuar
trabajando para Joe Schenck con mi antiguo salario de doscientos cincuenta
dólares. No veía cómo podía equivocarme al continuar con un hombre honrado como
él solo, que se había portado tan amablemente con mi familia. Nunca me había
encontrado con un hombre mejor en el mundo del espectáculo. Y todavía no lo he
encontrado.
A veces me pregunto si el mundo parecerá alguna vez un lugar
tan libre de preocupaciones y excitante como nos lo parecía a nosotros en
Hollywood durante 1919 y los primeros años veinte. Todos éramos jóvenes, el
aire en el sur de California era como el vino. Nuestro negocio era también
joven y floreciente, como nada que se hubiera visto hasta entonces.
Nadie sospechaba que la
guerra mundial que acababa sería sólo la primera.
Buster
Keaton.
Slapstick.
Memorias…
Plot
Ediciones