ERA BURLA
Siete años estuve yo en
su real corte, que a cuantos se fabló desta empresa todos a una dixeron que era
burla. Agora cada uno se da por autor y dize maravillas, y fasta los sastres
suplican por descubrir y se les otorga, que cobran con tanto perjuicio de mi
honra y tanto daño del negocio. Bueno es de dar a Dios lo suyo y a César lo que
le perteneze. Esta es justa sentencia, y de justo.
Toda la costa de la
tierra de Paria e islas de la comarca, que son tantas, han sido robadas y
muerto gran número de gente. En días que bivan los bivos, no serán amigos
nuestros. Ricos son y no de tener en poca estima oro y perlas, especería con
braxil, e mucho se tiene entre cristianos y moros y toda gente.
Las tierras que acá
obedezen a vuestras altezas son más que todas las otras de cristianos y ricas.
Después que yo, por voluntad divina, las ove puestas debaxo de su real y alto
señorío y en hilo por haver grandísima renta, de improviso, esperando navíos
para venir a su alto conspecto con vitoria y grandes nuevas del oro, muy seguro
y alegre, contra su real mandado, fui preso y echado con dos hermanos en un
navío, cargados de fierros, desnudo en cuerpo, con muy mal tratamiento, sin aver
desobedezido ni ser llamado ni vencido por justicia. Previlegios, cartas,
promesas ni asientos no me aprovechó cosa.
Cristobal Colón.
Cuarto viaje.