Antes de que se marche
el deportado, la Gestapo precinta todo lo que no se lleva. Todo pasa al Estado.
Paul Kreidl me trajo anoche unos zapatos exactamente de mi número y que dado el
estado terrible de los míos son de lo más oportunos. Y un poco de tabaco que
Eva mezcla con hojas de zarzamora y así lía sus cigarrillos. Yo, desde hace
muchos días, sólo fumo hojas de zarzamora. Esta mañana especie de visita de
pésame a la madre. El convoy consta ahora de doscientas cuarenta personas, parece que entre
ellos hay gente vieja, débil y enferma, de forma que apenas pueden llegar
vivos.
Victor
Klemperer.