PACTO
Pactemos,
mi mar.
Corrobórame
íntegro el pacto.
Cuando
me vaya a la selva de casas
y
de acuciantes urgencias anónimas,
has
de acudir, tal y como te veo,
apenas
mi corazón desmaye,
levantándome
ante mí, arcangélico azul inmenso,
bañándome
el duro mundo de mi contorno humano.
Y
por las noches de ti, apenas callen
sus
extensos rumores pinar y viento,
has
de evocarme tú, has de escucharme,
diciéndote:
¡quisiera
yo ser eterna, sólo por verte!
Carmen
Conde.