Mi lista de blogs

domingo, 26 de agosto de 2018

OBITER DICTUM







«No dejé de pensar con cierta inquietud que era la primera vez que tenía un lugar fijo y propio para vivir pero sin tiempo ni siquiera para darme cuenta. Estaba tan ocupado en sortear mi nueva vida, que mi único gasto notable fue el bote de remos que cada fin de mes le mande puntual a la familia. Sólo hoy caigo en la cuenta de que apenas si tuve tiempo de ocuparme de mi vida privada. Tal vez porque sobrevivía dentro de mí la idea de las madres caribes, de que las bogotanas se entregaban sin amor a los costeños sólo por cumplir el sueño de vivir frente al mar. Sin embargo, en mi primer apartamento de soltero en Bogotá lo logré sin riesgos, desde que pregunté al portero si estaban permitidas las visitas de amigas de medianoche, y él me dio su respuesta sabia:
--Está prohibido, señor, pero yo no veo lo que no debo.»



Gabriel García Márquez.