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domingo, 31 de diciembre de 2017
sábado, 30 de diciembre de 2017
OBITER DICTUM
«La reacción,
en general, tiene, sin embargo, en todo el mundo, una tendencia antisemita.
Israel combate en los frentes de la democracia y de la Revolución. Un escritor
antisemita y reaccionario, Georges Batault, resume la situación en esta fórmula:
"En tanto que los judíos internacionales juegan a dos cartas -Revolución y
Sociedad de las Naciones- el antisemitismo juega a la carta nacionalista".
El mismo escritor agrega que del sionismo se puede esperar una solución del
problema judío. Los nacionalismos europeos trabajan por crear un nacionalismo
judío. Porque piensan que la constitución de una nación judía libraría el mundo
de la raza semita. Y, sobre todo, porque no pueden concebir la historia sino
como una lucha de nacionalismos enemigos y de imperialismo beligerantes.»
José Carlos Mariategui
jueves, 28 de diciembre de 2017
martes, 26 de diciembre de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EL VIEJO ALCALDE
“Mientras aguzábamos la vista para ver el
resultado de las persecución, y después de que el perseguido y sus
perseguidores se hubieran desvanecido entre los rebaños de vacas y los caballos
que pastaban en la llanura, la tragedia se desarrollaba en circunstancias muy
dolorosas. El joven oficial, cuyo hogar estaba a más de una jornada de nuestro
distrito, había visitado la comarca en otra ocasión y recordó que tenía
parientes en ella; así que, cuando escapó de sus captores, convencido de que
tenían intención de de asesinarlo, se encaminó a casa del alcalde. Consiguió
mantener la ventaja que les llevaba a sus perseguidores hasta llegar a la casa,
saltó del caballo y entró en ella a toda prisa; allí se encontró con el viejo
alcalde rodeado de las mujeres de la casa y se puso bajo su protección
llamándole “tío”. El alcalde no era su tío en sentido estricto, sino un primo
de su madre. Fue un momento espantoso: los nueve rufianes armados ya estaban a
las puertas de la estancia y gritaban al dueño que les devolviera a su
prisionero y amenazaban con pegarle fuego a la casa y matar a todos sus
habitantes si rehusaba hacerlo. El viejo alcalde estaba en el centro de la
habitación, rodeado de una multitud de mujeres y niños, entre ellas sus dos hermosas
hijas, de veinte y veintidós años respectivamente, paralizadas de terror y
gritándole que los salvara, mientras el joven oficial, de rodillas, le
imploraba por la memoria de su madre, y por la Madre de Dios y por todo lo que considerase
sagrado, que no le entregara para ser asesinado.
El pobre viejo no estuvo a la altura de la situación, temblaba y
sollozaba angustiado y por fin balbució que no podía protegerlo…, que debía
salvar a sus hijas y a las mujeres y a los niños de los vecinos que habían buscado
refugio en su casa. Los hombres de fuera, al oír cómo se desarrollaba la
discusión, se acercaron a la puerta y sacaron finalmente al joven por un brazo,
lo obligaron a montar de nuevo en su caballo y se lo llevaron. Deshicieron el
camino andado unos seiscientos metros en dirección a nuestra casa, lo
derribaron del caballo y le cortaron el cuello. “
W. H. Hudson.
Allá lejos y tiempo atrás.
Acantilado.
Allá lejos y tiempo atrás.
Acantilado.
domingo, 24 de diciembre de 2017
viernes, 22 de diciembre de 2017
ALLÁ EN LAS INDIAS
YERBA PONZOÑOSA
“Por ser tan nombrada en
todas partes esta yerba ponzoñosa que tienen los indios de Cartagena y Santa
Martha, me pareció dar aquí relación de la composición de ella, lo cual es así.
Esta yerba es compuesta de muchas cosas. Las principales yo las investigué y
procuré saber en la provincia de Cartagena un pueblo de la costa llamado
Bahayre, de un cacique o señor de él, que había por nombre Macuriz, el cual me
enseñó unas raíces cortas de mal olor, tirante el color de ellas a pardas. Y
díjome, que por la costa del mar junto a los árboles que llamamos manzanillos
cavaban debajo de la tierra, y de las raíces de aquel pestífero árbol sacaban
aquellas, las cuales queman en unas cazuelas de barro, y hacen de ellas una
pasta y buscan unas hormigas tan grandes como un escarabajo de los que se cría
en España, negrísimas y muy malas, que solamente de picar a un hombre se le
hace una roncha y le da tan gran dolor, que casi lo priva de su sentido, como
aconteció, yendo caminando en la jornada que hicimos con el licenciado Juan de Vadillo,
acertando a pasar un río un Noguerol y yo, adonde aguardamos ciertos soldados
que quedaban atrás, porque él iba por cabo de escuadra en aquella guerra adonde
le picó una de estas hormigas que digo, y le dio tan gran dolor, que se le
quitaba el sentido, y se le hinchó la mayor parte de la pierna y aun le dieron
tres o cuatro calenturas del gran dolor, hasta que la ponzoña acabó de hacer su
curso. También buscan para hacer esta mala cosa unas arañas muy grandes, y así
mismo le echan unos gusanos peludos delgados cumplidos como medio dedo, de los
cuales yo no me podré olvidar, porque estando guardando un río en las montañas
que llaman de Abibe, abajó por un ramo de un árbol donde yo estaba uno de estos
gusanos y me picó en el pescuezo, y llevé la más trabajosa noche que en mi vida
tuve y de mayor dolor. Hácenla también con las alas del murciélago, y la cabeza
y cola de un pescado pequeño que hay en el mar que ha por nombre peje tamborino
de muy gran ponzoña, y con sapos y colas de culebras, y unas manzanillas que
parecen en el color y olor naturales de España. Y algunos recién venidos de
ella a estas partes, saltando en la costa, como no saben la ponzoña que es, las
comen. Yo conocí a un Juan Agraz (que ahora le vi en la ciudad de San Francisco
del Quito que es de los que vinieron de Cartagena con Vadillo, que cuando vino
de España y salió del navío en la costa de Santa Martha comió diez o doce de
estas manzanas, y le oí jurar que en el olor, color, y sabor no podían ser
mejores, salvo que tienen una leche, que debe ser la malentia tan mala, que se
convierte en ponzoña, después que las hubo comido pensó reventar, y si no fuera
socorrido con aceite, ciertamente muriera. Otras hierbas y raíces también le
echan a esta hierba, y cuando la quieren hacer aderezan mucha lumbre en un
llano desviado de sus casas o aposentos, poniendo unas ollas buscan alguna
esclava o india que ellos tengan en poco, y aquella india la cuece y pone en la
perfección que ha de tener, y del olor y vaho que echa de sí muere aquella
persona que la hace, según yo oí.”
Pedro de Cieza de León.
Crónica del Perú.
Crónica del Perú.
jueves, 21 de diciembre de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
AHORA SÍ QUE TOCA... O NO.
Se
dice que ha cometido tal crimen aquel súbdito que ha intentado de algún modo
arrebatar el derecho de la suprema potestad o entregarlo a otro. Digo ha
intentado, porque, si sólo debieran ser condenados los que ya han llevado a
cabo el hecho, casi siempre llegaría demasiado tarde la ciudad con la condena:
después de haber sido arrebatado o transferido a otro su derecho. Digo, además,
en general: quien intenta, de algún modo, arrebatar el derecho de la suprema
potestad, porque no reconozco diferencia alguna en que de tal acción se
siguiera clarísimamente un perjuicio o un beneficio para todo el Estado. Ya
que, de cualquier forma que lo haya intentado, ha lesionado la majestad y con
derecho es condenado. En caso de guerra, además, todos admiten que esa condena
es sumamente justa. Por ejemplo, si uno no se mantiene en su puesto, sino que,
sin saberlo su jefe, se dirige contra el enemigo, aunque, a su juicio, la
hazaña emprendida estuviera bien planteada y hubiera vencido al enemigo, con derecho
es condenado a muerte, porque ha violado el juramento y el derecho del jefe del
ejército. No todos, sin embargo, ven con igual claridad que todos los
ciudadanos, sin excepción, estén siempre obligados por este derecho; la razón,
no obstante, es siempre la misma. Pues, como el Estado sólo debe ser conservado
y dirigido por el consejo de la suprema potestad y todos han pactado, sin
reserva alguna, que este derecho le compete a ella, si alguien ha decidido por
sí solo, sin conocimiento del consejo supremo, resolver un asunto público,
aunque de ahí se derivara, como hemos dicho, un beneficio seguro para la
ciudad, ha violado el derecho de la suprema potestad y ha lesionado la
majestad, y es con derecho condenado.
Baruch de
Spinoza.
Tratado
teológico-político.
miércoles, 20 de diciembre de 2017
martes, 19 de diciembre de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
VI
Ya se acerca el Otoño, y antes
De disfrutarlo, habrá pasado.
Como la Primavera, como el Verano…
Gocemos estas noches, oh mi Reina,
Antes de que el Invierno enfríe nuestros
cuerpos.
Ven. Déjame
contemplarte.
Bésame. Desnúdate.
Baila para mí.
Somos la luz del mundo.
Y que la Muerte, pájaro de la luna,
Nos encuentre durmiendo,
Derribadas las copas, soñando en el Edén.
José María Álvarez.
lunes, 18 de diciembre de 2017
domingo, 17 de diciembre de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
UN JUDÍO EN PARÍS
De pronto ocurrió un lance que pudo costarme muy caro. Delante
de nosotros, a bastante distancia, un numerosísimo grupo antidreyfusista, se
apiñaba profiriendo en gritos iracundos contra Zola y los judíos. Repentinamente,
como por ensalmo, los gritos cesaron para comenzar en seguida. Todos voceaban:
—¡Un judío... un judío!...
¡A ese, que es judío!...
Advertimos en la muchedumbre un movimiento extraño, e
inmediatamente Luisa y yo, presintiendo un grave peligro quisimos apartarnos de
allí, huyendo del centro del paseo hacia la acera más próxima. Luisa corría
delante de mí, repitiendo:
—Ven, ven...
Pero ya no pudimos, porque a los dos la emoción de lo trágico
acababa de encadenarnos al suelo. Del fondo negro formado por los gabanes y
obscuros trajes de los manifestantes, surgía el rostro lívido, espantosamente lívido,
de un hombre que huía; y tras aquel semblante descompuesto por el terror, otros
semblantes, pálidos ó rojos, descompuestos por la ira.
—¡A ese, a ese, que es
judío! ¡Matadle ahí!— rugían quinientas gargantas.
La emoción me había quitado todo movimiento y mis ojos se
dilataban abarcando el horror de la innoble escena; Luisa me llamaba
inútilmente desde lejos. El pobre judío perseguido corría hacia mí derechamente;
había perdido el sombrero y sobre su frente cubierta de sangre los cabellos se
erizaban; tenía los labios exangües; en sus ojos, de par en par abiertos por el
miedo, creí leer una súplica dirigida a mí; la súplica de no lastimarle, de no
atajarle en su huida... Era un hombre de treinta y cinco a cuarenta años, alto
y vigoroso; los que le acosaban de más cerca, eran quince a veinte estudiantes,
jovenzuelos barbilampiños en su mayoría, que se disputaban el placer innoble de
golpear a mansalva sobre la pobre víctima: uno le daba un puntapié en los riñones;
aquél, queriendo acogotarle, le desgarraba el cuello; otro, de un bastonazo en
la cabeza, le derribó. Entonces todos le rodearon: algunos, por el impulso
adquirido en la carrera, no pudieron detenerse y pasaron sobre el infeliz
caído; pero muy luego volvieron sobre sus pasos y todos fueron a pisotearle, a
insultarle, a escupirle... Aun pudo la víctima levantarse y continuó caminando,
siempre hacia mí; ya no corría, el terror, sin duda,' paralizaba sus piernas y
limitábase a andar, alelado, humillando la cabeza y el busto bajo los golpes.
—¡Es un perro judío!
—gritaban todos— ¡acabemos con él!...
Eduardo
Zamacois.
De mi vida.
Editorial Sopena.
De mi vida.
Editorial Sopena.
sábado, 16 de diciembre de 2017
OBITER DICTUM
“Los
bolcheviques han dado forma estatal a las experiencias históricas y sociales
del proletariado ruso, que son las experiencias de la clase obrera y campesina
internacional; han sistematizado en un organismo complejo y ágilmente
articulado su vida íntima, su tradición y su más profunda y apreciada historia
espiritual y social. Han roto con el pasado, pero han continuado el pasado; han
despedazado una tradición, pero han desarrollado y enriquecido una tradición;
han roto con el pasado de la historia dominado por las clases poseedoras, han
continuado, desarrollado, enriquecido la tradición vital de la clase
proletaria, obrera y campesina. En eso han sido revolucionarios y por eso han
instaurado el nuevo orden y la nueva disciplina. La ruptura es irrevocable
porque afecta a lo esencial de la historia, sin más posibilidad de vuelta atrás
que el desplomamiento sobre la sociedad rusa de un inmenso desastre. Y era esta
iniciación de un formidable duelo con todas las necesidades de la historia,
desde las más elementales a las más complejas, lo que había que incorporar al
nuevo Estado proletario, dominar, frenar, en las funciones del nuevo Estado
proletario.”
Antonio
Gramsci
jueves, 14 de diciembre de 2017
domingo, 10 de diciembre de 2017
sábado, 9 de diciembre de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
ELDORADO EN BERLÍN
Me dicen que este vicio tuvo su periodo culminante en lo que los
alemanes llaman «el gran tiempo», la Alemania exuberante de antes de la guerra.
Fue, según parece, una secuela del militarismo; Alemania era un cuartel, y por
entre la férrea disciplina de los cuarteles, el apetito sexual se torcía y
deformaba para ir a dar en el homosexualismo. Este es hoy una institución, por
lo visto, tan respetable como cualquier otra. Los homosexuales tienen en Berlín
sus casinos, sus cabarets, sus periódicos. He quedado sorprendido repasando
varias publicaciones homosexuales de las que están llenos los quioscos, en las
cuales se defiende con argumentaciones de carácter científico y hasta religioso
esta aberración. Han llegado algunos tipos de homosexuales a tal grado de
perfección en este anhelo de emular y superar a la mujer, que el tenorio
callejero tiene que tener un exquisito cuidado en sus escarceos, porque pueden
ocurrirle lamentabilísimas equivocaciones. La Policía consiente a los
homosexuales andar por las calles de Berlín disfrazados de mujer, con la sola
condición de que el disfraz sea tan perfecto que no se advierta la superchería.
A todos los extranjeros que pasan por Berlín se les brinda la ocasión de ir a
visitar el típico cabaret de homosexuales: Eldorado. Es un cabaret exactamente
igual a todos los demás —tan aburrido y triste como todos—, con la sola diferencia
de que las tanguistas que merodean por los palcos y se lucen en el parquet no
son mujeres. Hombres, yo no puedo asegurar que lo sean. Las estrellas de la
danza que actúan en este cabaret son igualmente de ese género neutro que la
civilización produce con tanto refinamiento y perfección. Uno las ve danzar
artísticamente, semidesnudas, y se asusta un poco al pensar que también esto es
una cuestión puramente metafísica. La mujer, por su parte, al mismo tiempo que
el hombre, se entrega a idéntica aberración. El espectáculo que estas chicas
«equivocadas» —llamémoslas así— dan en los sitios públicos, no por frecuente y
tolerado en Berlín, puede referirse circunstancialmente en España. Ya he dicho
que la interpretación de la moral es una simple cuestión de latitud. Estos
casos de anormalidad sexual que se dan en todas partes y son tan viejos como el
mundo no merecerían siquiera un comentario si no fuese porque su porcentaje es
tan elevado, que toman ya la categoría de hecho social. Los hombres de ciencia
alemanes no se empeñan en desconocerlos ni los ocultan. Por el contrario, hay
una formidable acción científica encaminada a la corrección de estas
anormalidades, atacándolas tan de frente, con tanta claridad y crudeza, que al
recordar por contraste la pudenda intervención del Gobierno español en aquel
malogrado curso de Eugenesia que se intentó en Madrid, se piensa en que este
Gobierno y estos hombres de ciencia están locos o en España somos gente de una
hipersensibilidad moral.
Manuel Chaves Nogales.
La vuelta a Europa en avión.
Editorial Mundo Latino.
viernes, 8 de diciembre de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
VIDA SÚBITA
Y de que vivió, preguntan asombrados:
vivió de vida natural,
vivió de encantamiento, de un fuerte golpe,
de un pulmón que le salió magnífico.
Tenía horas y horas para volar, para bailar,
para morirse de la risa.
Daba cosa mirarlo tan contento
como si no esperara nada.
Tenía unos pies estupendos
con los que se paseó dos o tres veces
a todo lo ancho y lo largo
y le sobrevino la vida de repente
sin que supiéramos por qué,
nada más lo vimos alegrarse y alegrarse,
se infló como un globo de dicha
y apareció ante nuestra vista
de un modo radical, definitivo, eterno.
Alejandro Aura
miércoles, 6 de diciembre de 2017
lunes, 4 de diciembre de 2017
OBITER DICTUM
“Cuando los mencheviques nos echaban en cara el haber renegado de
nuestro antiguo programa y, por lo mismo, de la doctrina de Carlos Marx, les
respondíamos que, según la doctrina de Marx, los programas no salen de
cerebros, sino que los plasma la vida. Cuando la vida ha cambiado
profundamente, tampoco puede el programa permanecer el mismo. En invierno se
usan las pieles. En verano sólo un loco llevaría una piel. Lo mismo ocurre en
política. El mismo Carlos Marx es quien nos ha enseñado a tener en cuenta las
condiciones históricas contingentes y a obrar en consecuencia. Esto no quiere
decir que debamos cambiar de convicciones como una señora se muda de guantes.
El objetivo primordial de la clase obrera es la realización del orden social
comunista. Este es el objetivo constante e inmutable de la clase trabajadora.
Se comprende que, según la distancia a que ésta se encuentra de esta meta,
variarán sus reivindicaciones inmediatas. Durante el régimen autocrático la
clase obrera debía actuar en secreto, dado que su partido era perseguido como
una asociación de delincuentes. Ahora la clase obrera está en el Poder, y su
partido es el partido gobernante. Sólo una persona anormal pretendería que el
programa de 1903 sea todavía válido en nuestros días. El cambio de las
condiciones internas de la vida política rusa, parte del cambio de toda la
situación internacional, han provocado la necesidad de efectuar un cambio de
programa.”
Nikolái
Bujarin
domingo, 3 de diciembre de 2017
sábado, 2 de diciembre de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
LA PAVANA DE LOS AMANTES
I
Para que vean los ciegos
tus ojos vuelan.
Por el niño sin brazos
tus manos sueñan.
Para acabar las sombras
tu boca quema.
Ojos, manos y boca
tú y yo en la tierra
II
Para no olvidar
tu rostro
ha nacido mi memoria.
Porque estés siempre
conmigo
he de hacer de ti mi
sombra.
Amor, transformar la
vida
es sólo entrar en la
historia.
Juan
Bañuelos
viernes, 1 de diciembre de 2017
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