EL TROTAMUNDOS
“Por la noche una compañía de músicos locales
interpreta un programa de bailes y canciones bajo el emparrado del patio de
nuestra casa de huéspedes. Formamos un cuadrado bajo la parra: el público en
tres lados, la orquesta en el cuarto, los bailarines ocupan el centro. El
espectáculo es estupendo, y la música es hermosa, semejante en espíritu a la de
Oriente Medio. Muchas canciones están basadas en un diálogo entre amantes; por
lo general, un hombre rechoncho con un afilado bigote y una mujer de ojos
brillantes. Ésta adopta una actitud que oscila entre el afecto y el desprecio.
La orquesta toca con todas sus fuerzas el estribillo, reprende a una parte y alienta
a la otra, comenta la escena; o al menos, es lo que deduzco de sus expresiones,
puesto que no entiendo las canciones iugures. Los lugareños, que componen la
mayor parte del público, estallan en carcajadas en los versos más atrevidos.
Tras la actuación de la compañía, los músicos y el resto del
público nos obligan a los estudiantes extranjeros a representar algo. Un
estudiante japonés toca la flauta, los italianos cantan canciones
revolucionarias y feministas con su estridente aplomo habitual. John Moffett,
un inglés enjuto y excéntrico que habla como un decadente aristócrata inglés,
interrumpe su gracioso comentario sobre el evento para cantar Ye Banks and Braes of Bonny Doon con una agradable y sonora voz de tenor.
Me toca cantar a mí. En realidad, no hay elección. Tendrá que
ser el tema de la película Awara (El trotamundos), una película romántica india
de la década de 1950 que es sorprendentemente popular en China. La verdad es
que causa un verdadero sobresalto oír tararearla por las calles de Nankín, ser
transportado sin previo aviso alguno hasta la India y la infancia. Nada más
empezar me encuentro con que los músicos tocan el acompañamiento a mi espalda:
conocen la canción mejor que yo. El hombre rechoncho de bigotes retorcidos
canta conmigo, en hindi. Me siento extasiado y, llevado por la intensidad de su
sentimiento, entono con abandono la letra.”
Vikram
Seth.
Desde el lago del cielo.
Ediciones B.
Desde el lago del cielo.
Ediciones B.