LAS FUERZAS DE UN INDIO
“Habiendo de tratar del Nuevo
Mundo o de la mejor y más principal parte suya, que son los reinos y provincias
del Imperio llamado Perú, de cuyas antiguallas y origen de sus reyes
pretendemos escribir, parece que fuera justo, conforme a la común costumbre de
los escritores, tratar aquí al principio si el mundo es uno solo o si hay
muchos mundos; si es llano o redondo, y si también lo es el cielo redondo o
llano; si es habitable toda la tierra o no más de las zonas templadas; si hay
paso de una templada a la otra; si hay antípodas y cuáles son de cuáles, y
otras cosas semejantes que los antiguos filósofos muy larga y curiosamente trataron
y los modernos no dejan de platicar y escribir, siguiendo cada cual opinión que
más le agrada.
Mas porque no es aqueste mi principal intento ni las fuerzas de un indio
pueden presumir tanto, y también porque la experiencia, después que se
descubrió lo que llaman Nuevo Mundo, nos ha desengañado de la mayor parte de
estas dudas, pasaremos brevemente por ellas, por ir a otra parte, a cuyos
términos finales temo no llegar. Mas confiado en la infinita misericordia, digo
que a lo primero se podrá afirmar que no hay más que un mundo, y aunque
llamamos Mundo Viejo y Mundo Nuevo, es por haberse descubierto aquél nuevamente
para nosotros, y no porque sean dos, sino todo uno. Y a los que todavía
imaginaren que hay muchos mundos, no hay para qué responderles, sino que se
estén en sus heréticas imaginaciones hasta que en el infierno se desengañen de
ellas. Y a los que dudan, si hay alguno que lo dude, si es llano o redondo, se
podrá satisfacer con el testimonio de los que han dado vuelta a todo él o a la
mayor parte, como los de la nao Victoria
otros que después acá le han
rodeado. Y a lo del cielo, si también es llano o redondo, se podrá
responder con las palabras del Real Profeta: Extendens carelum sicut pellem, en las cuales nos quiso mostrar la forma
y hechura de la obra, dando la una por ejemplo de la otra, diciendo: que
extendiste el cielo así como la piel, esto es, cubriendo con el cielo este gran
cuerpo de los cuatro elementos en redondo, así como cubriste con la piel
en redondo el cuerpo del animal, no
solamente lo principal de él, mas también todas sus partes, por pequeñas que
sean.”
Inca
Garcilaso de la Vega.
Comentarios Reales.
Comentarios Reales.