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jueves, 30 de noviembre de 2017

ALLÁ EN LAS INDIAS






LAS FUERZAS DE UN INDIO


“Habiendo de tratar del Nuevo Mundo o de la mejor y más principal parte suya, que son los reinos y provincias del Imperio llamado Perú, de cuyas antiguallas y origen de sus reyes pretendemos escribir, parece que fuera justo, conforme a la común costumbre de los escritores, tratar aquí al principio si el mundo es uno solo o si hay muchos mundos; si es llano o redondo, y si también lo es el cielo redondo o llano; si es habitable toda la tierra o no más de las zonas templadas; si hay paso de una templada a la otra; si hay antípodas y cuáles son de cuáles, y otras cosas semejantes que los antiguos filósofos muy larga y curiosamente trataron y los modernos no dejan de platicar y escribir, siguiendo cada cual opinión que más le agrada.
Mas porque no es aqueste mi  principal intento ni las fuerzas de un indio pueden presumir tanto, y también porque la experiencia, después que se descubrió lo que llaman Nuevo Mundo, nos ha desengañado de la mayor parte de estas dudas, pasaremos brevemente por ellas, por ir a otra parte, a cuyos términos finales temo no llegar. Mas confiado en la infinita misericordia, digo que a lo primero se podrá afirmar que no hay más que un mundo, y aunque llamamos Mundo Viejo y Mundo Nuevo, es por haberse descubierto aquél nuevamente para nosotros, y no porque sean dos, sino todo uno. Y a los que todavía imaginaren que hay muchos mundos, no hay para qué responderles, sino que se estén en sus heréticas imaginaciones hasta que en el infierno se desengañen de ellas. Y a los que dudan, si hay alguno que lo dude, si es llano o redondo, se podrá satisfacer con el testimonio de los que han dado vuelta a todo él o a la mayor parte, como los de la nao Victoria  otros que después acá le han  rodeado. Y a lo del cielo, si también es llano o redondo, se podrá responder con las palabras del Real Profeta: Extendens carelum sicut pellem, en las cuales nos quiso mostrar la forma y hechura de la obra, dando la una por ejemplo de la otra, diciendo: que extendiste el cielo así como la piel, esto es, cubriendo con el cielo este gran cuerpo de los cuatro elementos en redondo, así como cubriste con la piel en  redondo el cuerpo del animal, no solamente lo principal de él, mas también todas sus partes, por pequeñas que sean.”


Inca Garcilaso de la Vega. 
Comentarios Reales.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

OBITER DICTUM





"Finalmente, señalaremos que la resolución, al hacer de la implementación del programa mínimo la tarea del gobierno revolucionario provisional, elimina las ideas absurdas y semianarquistas sobre la implementación inmediata del programa máximo, y la conquista del poder por medio de una revolución socialista. El grado de desarrollo económico de Rusia (una condición objetiva), y el grado de conciencia de clase y organización de las amplias masas del proletariado (una condición subjetiva vinculada inseparablemente con la condición objetiva) hacen imposible la inmediata y completa emancipación de la clase obrera. Sólo las personas más ignorantes pueden cerrar sus ojos e ignorar la naturaleza burguesa de la revolución democrática que se está desarrollando en este momento; sólo los optimistas más ingenuos pueden olvidar cuán poco informadas están aún las masas obreras sobre los objetivos del socialismo y los métodos para lograrlo. Todos nosotros estamos convencidos de que la emancipación de la clase obrera debe ser conquistada por la clase obrera misma; una revolución socialista queda descartada a menos que las masas adquieran conciencia de clase y se organicen, se entrenen y se eduquen por medio de la lucha de clases abierta contra la burguesía entera.”


Karl Radek

domingo, 26 de noviembre de 2017

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA





             MÃE


Mãe:
Que desgraça na vida aconteceu,
Que ficaste insensível e gelada?
Que todo o teu perfil se endureceu
Numa linha severa e desenhada?

Como as estátuas, que são gente nossa
Cansada de palavras e ternura,
Assim tu me pareces no teu leito.
Presença cinzelada em pedra dura,
Que não tem coração dentro do peito.

Chamo aos gritos por ti — não me respondes.
Beijo-te as mãos e o rosto — sinto frio.
Ou és outra, ou me enganas, ou te escondes
Por detrás do terror deste vazio.

Mãe:
Abre os olhos ao menos, diz que sim!
Diz que me vês ainda, que me queres.
Que és a eterna mulher entre as mulheres.
Que nem a morte te afastou de mim.

                                                                     Miguel Torga.

sábado, 25 de noviembre de 2017

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE




EL TROTAMUNDOS


        “Por la noche una compañía de músicos locales interpreta un programa de bailes y canciones bajo el emparrado del patio de nuestra casa de huéspedes. Formamos un cuadrado bajo la parra: el público en tres lados, la orquesta en el cuarto, los bailarines ocupan el centro. El espectáculo es estupendo, y la música es hermosa, semejante en espíritu a la de Oriente Medio. Muchas canciones están basadas en un diálogo entre amantes; por lo general, un hombre rechoncho con un afilado bigote y una mujer de ojos brillantes. Ésta adopta una actitud que oscila entre el afecto y el desprecio. La orquesta toca con todas sus fuerzas el estribillo, reprende a una parte y alienta a la otra, comenta la escena; o al menos, es lo que deduzco de sus expresiones, puesto que no entiendo las canciones iugures. Los lugareños, que componen la mayor parte del público, estallan en carcajadas en los versos más atrevidos.
        Tras la actuación de la compañía, los músicos y el resto del público nos obligan a los estudiantes extranjeros a representar algo. Un estudiante japonés toca la flauta, los italianos cantan canciones revolucionarias y feministas con su estridente aplomo habitual. John Moffett, un inglés enjuto y excéntrico que habla como un decadente aristócrata inglés, interrumpe su gracioso comentario sobre el evento para cantar Ye Banks and Braes of Bonny Doon con una agradable y sonora voz de tenor.
        Me toca cantar a mí. En realidad, no hay elección. Tendrá que ser el tema de la película Awara (El trotamundos), una película romántica india de la década de 1950 que es sorprendentemente popular en China. La verdad es que causa un verdadero sobresalto oír tararearla por las calles de Nankín, ser transportado sin previo aviso alguno hasta la India y la infancia. Nada más empezar me encuentro con que los músicos tocan el acompañamiento a mi espalda: conocen la canción mejor que yo. El hombre rechoncho de bigotes retorcidos canta conmigo, en hindi. Me siento extasiado y, llevado por la intensidad de su sentimiento, entono con abandono la letra.”


Vikram Seth. 
Desde el lago del cielo. 
Ediciones B.

martes, 21 de noviembre de 2017

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






RIMA LXXIII


Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.

La luz que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho;
y entre aquella sombra
veíase a intervalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.

Despertaba el día,
y, a su albor primero,
con sus mil ruidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:
¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!


De la casa, en hombros,
lleváronla al templo
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.

Al dar de las Ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron,
y el santo recinto
quedóse desierto.

De un reloj se oía
compasado el péndulo,
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba
que pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!


De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.

Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo.
Allí la acostaron,
tapiáronle luego,
y con un saludo
despidióse el duelo.

La piqueta al hombro
el sepulturero,
cantando entre dientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
el sol se había puesto:
perdido en las sombras
yo pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.

Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos...!

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos.


                          GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

domingo, 19 de noviembre de 2017

OBITER DICTUM





            “Rimbaud lo presintió: sí, un día el sol se tragará el mar, todos los mares. Los astrofísicos son unánimes en decirlo. La materia en fusión, próxima a extinguirse, y los mares desecados serán una sola cosa. Materia recobrada, pero aniquilada. Quizás entonces veremos morir a las partículas. Quizás entonces, a falta de universo, el tiempo se abolirá el mismo. Y nosotros --¡ah, qué fuerza tiene nuestra imaginación!—estaremos por fin en la nada, nos habremos reunido con el ser verdadero, liberados de los tiempos y del Tiempo mismo.”


Jean-Claude Carrière.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE




A VENTICINCO PASOS


        “Se concertó el lance para las primeras horas de la mañana. Aquella noche dormí con tan profundo sueño, que a mi hermano Gonzalo le costó gran trabajo despertarme. Las condiciones del desafío no eran para producir gran insomnio: un disparo a veinticinco pasos a la voz de «fuego». El mayor peligro no estaba en ser herido por las balas de mi adversario; de tener la desgracia de herirle, seguramente la turba de empleados del Ayuntamiento, principalmente del resguardo de Consumos, que nos seguían, me hubieran hecho pasar un mal rato. Se había convenido verificar el duelo en una quinta de Carabanchel propiedad de la ex emperatriz Eugenia; mas ésta había dado orden — nuestros padrinos lo ignoraban— de cerrar las puertas de la finca, pues se hallaba harta de que sirviera de terreno para ventilar las cuestiones de honor, entonces muy frecuentes; al saberlo, quedaron perplejos sin saber adonde llevarnos; y al fin decidieron que se ventilase nuestro honor en
Leganés... en una casa del duque de Tamames.
        Dijo un periódico, y con razón, al relatar los incidentes del lance, que en éste sólo había habido una víctima; esta víctima era mi hermano Gonzalo, quien, por no alejarse de mí un momento, pasó un rato angustioso cuando, no pudiendo entrar en el sitio donde íbamos a cruzar los disparos, esperó, tras de la tapia, a conocer el resultado de ellos.
        Este desafío fue el suceso del día. Algunos periódicos dieron cuenta de él en extraordinarios, que arrebataron las gentes en la calle.
        Me sentía un héroe al ver cómo aumentaba mi popularidad, esa popularidad perseguidora de mi vida y origen de más molestias que provecho.
        Mi camino parecía trazado por la fatalidad; sólo había en él lugar para la lucha, para dar y recibir golpes...
        Esto del sino o del destino no es para tomarlo a broma, y es muy difícil, si no imposible; vencerlo; el árabe cree ciegamente en su metkub; yo, no tanto...
        He mantenido en política muy enconadas luchas; sin embargo, puedo afirmar, después del largo camino recorrido, que no he sentido por nadie odio, y he perdonado siempre, quizá con demasiada facilidad, las ofensas recibidas. Aprendí esto, como otras muchas cosas, de Sagasta, el cual ni odiaba, ni maldecía, ni murmuraba de ninguno; y le fue muy bien; era de la escuela de Disraeli; éste, cuando recibía una ofensa, por toda venganza escribía en un papel el nombre del ofensor, lo guardaba y lo leía después de transcurrido un año... ¿Y entonces?...”


Álvaro de Figueroa
Notas de una vida
M. Aguilar editor.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA






NO VOLVERÉ A SER JOVEN


Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
—como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
—envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra


Jaime Gil de Biedma

martes, 7 de noviembre de 2017

OBITER DICTUM






      “Aunque es difícil medir la difusión de las ideas darwinianas y nietzscheanas, debe haber sido considerable. Las intenciones que había detrás de esas ideas tenían menos importancia que las necesidades de quienes las aceptaban y las utilizaban para expresar sus sentimientos y justificar sus actos. En consecuencia, la difusión del pensamiento darwiniano y nietzscheano fue más bien un efecto que una causa del cambio histórico. Aunque para la mayoría de la población siguieron siendo algo remoto, se convirtieron en algo inmensamente significativo y útil para las élites ocupadas en reafirmar su dominación.”


Arno J. Mayer

lunes, 6 de noviembre de 2017

OTRA BALSA EN EL AQUERONTE






REVOLUCIÓN


Había viajado a España con el proyecto de escribir artículos periodísticos, pero ingresé en la milicia casi de inmediato, porque en esa época y en esa atmósfera parecía ser la única actitud concebible. Los anarquistas seguían manteniendo el control virtual de Cataluña, y la revolución estaba aún en pleno apogeo. A quien se encontrara allí desde el comienzo probablemente le parecería, incluso en diciembre o en enero, que el período revolucionario estaba tocando a su fin; pero viniendo directamente de Inglaterra, el aspecto de Barcelona resultaba sorprendente e irresistible. Por primera vez en mi vida, me encontraba en una ciudad donde la clase trabajadora llevaba las riendas. Casi todos los edificios, cualquiera que fuera su tamaño, estaban en manos de los trabajadores y cubiertos con banderas rojas o con la bandera roja y negra de los anarquistas; las paredes ostentaban la hoz y el martillo y las iniciales de los partidos revolucionarios; casi todos los templos habían sido destruidos y sus imágenes, quemadas. Por todas partes, cuadrillas de obreros se dedicaban sistemáticamente a demoler iglesias. En toda tienda y en todo café se veían letreros que proclamaban su nueva condición de servicios socializados; hasta los limpiabotas habían sido colectivizados y sus cajas estaban pintadas de rojo y negro.

George Orwell.
Homenaje a Cataluña.

Editorial Proyección.