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miércoles, 30 de agosto de 2017
lunes, 28 de agosto de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EN NOCHES DE FIEBRE
Uno de los síntomas de la enfermedad que me consume
es la fiebre, constante y agotadora. Sube mucho por la noche, y entonces se
tiene la impresión de que son nuestros huesos los que la irradian. Como si
alguien nos colocase en la médula espirales metálicas y las conectase a la
corriente eléctrica. Las espirales se calientan hasta volverse blancas y todo
nuestro esqueleto, abrasado por un invisible incendio interior, arde en llamas.
Uno no
puede conciliar el sueño. En noches así, permanezco tumbado en mi habitación de
Dar es Salam y miro cómo cazan las lagartijas. Las que habitualmente deambulan
por el piso son pequeñas, tienen la piel de un color gris claro o de ladrillo y
se mueven mucho. Ágiles y vivarachas, corren con facilidad por las paredes y el
techo.
Nunca se mueven a un paso normal, tranquilo. Primero
permanecen inmóviles, como paralizadas, y de repente se lanzan en una carrera
enloquecida persiguiendo un objetivo que sólo ellas conocen y vuelven a
quedarse quietas. Sólo por su tronco palpitante vemos que ese sprint, este
lanzarse sobre una cinta de meta invisible, las ha agotado tanto que ahora
realmente tienen que descansar, recuperar el resuello y las fuerzas antes de la
siguiente acometida veloz.
La
caza empieza por la noche, cuando en la habitación arde la luz eléctrica. Su
interés se centra en toda clase de insectos: moscas, escarabajos, polillas,
mariposas nocturnas, libélulas y, sobre todo, mosquitos. Las lagartijas
aparecen de repente, como si alguien las hubiese catapultado, pegándolas a las
paredes. Miran a su alrededor sin mover la cabeza: tienen los ojos colocados en
unos cojinetes independientes, como telescopios astronómicos, gracias a lo cual
ven todo lo que está delante y detrás de ellas.
Y de pronto la lagartija divisa a un mosquito y se
lanza en su persecución. El mosquito, dándose cuenta del peligro, empieza a huir.
Lo curioso es que nunca huye hacia abajo, hacia el abismo cuyo fondo está
forrado arriba, allí, nervioso y furioso, da vueltas y más vueltas hasta que, a
fuerza de seguir subiendo, acaba aterrizando en el techo. Todavía no sabe, ni
siquiera presiente, que tal decisión tendrá para él consecuencias mortales. Una
vez enganchado al techo, con la cabeza hacia abajo, pierde la orientación el
sentido de las direcciones y se le confunden los puntos cardinales. Como
resultado, en vez de salir pitando del lugar del peligro, que es para él ahora
el techo, se comporta de tal manera como si se resignase a haber caído en una
trampa sin salida.
A
partir de este momento, la lagartija, que ya tiene al mosquito en el techo,
puede mostrarse contenta y relamerse el hociquito: la victoria está cerca. Sin
embargo, no se duerme en los laureles: sigue concentrada, alerta y llena de
determinación. Se lanza al techo y, sin dejar de correr, empieza a dibujar
alrededor del mosquito círculos cada vez más pequeños. Debe de producirse en
este momento algún fenómeno mágico, un hechizo o hipnosis, puesto que el
mosquito, a pesar de poder salvarse con una huida hacia el espacio donde ningún
agresor conseguiría alcanzarlo, permite que la lagartija, que sigue haciendo
sus rítmicos movimientos –salto, reposo, salto, reposo--, lo cerque y acose
cada vez más. En un momento dado el mosquito se da cuenta con horror de que ya
no le queda Ningún espacio para maniobrar, que la lagartija está al lado mismo
y esta idea lo aturde y paraliza tanto que, vencido y resignado, se deja
engullir sin oponer resistencia alguna.
Todo
intento de hacerse amigo de una lagartija invariablemente termina en fracaso.
Se trata de unos seres muy desconfiados y asustadizos que andan (o más bien
corren) por sus propios caminos Este fracaso nuestro también tiene un sentido
metafórico: confirma que se puede vivir bajo el mismo techo y, sin embargo, no
conseguir comprenderse, no lograr encontrar una lengua común.
Ryszard Kapuscinski.
Ebano.
Editorial Anagrama.
Ebano.
Editorial Anagrama.
domingo, 27 de agosto de 2017
jueves, 24 de agosto de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
EN MEDIO DE LA NOCHE
…el fuego salvaje
que quema millones de niños
Che Lan Vien
De pronto, en medio de la noche, sientes
un terror que no entiendes. Y es
el hambre en vilo de los lobos
aullando silenciosamente
bajo una luna ya abolida
en lo profundo de tu sangre.
O bien
el estupor ante el murmullo ajeno
de un río indiferente: ¿no se acaba
el destierro jamás bajo los muros
de eternos azulejos? Babilonia
brama en lo oculto de tu corazón
como una res agónica. Y el ciento
de lo perdido se renueva
en medio de tu sangre, y crece
junto a las novedades del horror.
Eliseo
Diego
martes, 22 de agosto de 2017
lunes, 21 de agosto de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
LA TOSCANA
“La Toscana es todo aquello que podrían ser los Apeninos
según expliqué antes. Estando como está situada muy por debajo de éstos, el
viejo mar ha cumplido muy bien su con su obligación acumulando una honda capa
de terreno arcilloso. El color de éste es amarillo claro y trabajarlo no supone
ningún esfuerzo. Lo aran muy profundamente, pero de una manera primitiva en
extremo: sus arados non tienen ruedas, y la reja no se puede mover. Así, el
labrador marcha penosamente curvado detrás de los bueyes y remueve la tierra,
que se ara hasta cinco veces, mientras se esparcen en ella pequeñas cantidades
de estiércol con las manos. Por último se siembra el trigo y se hacen una
especie de surcos de tierra en forma de parcelas profundas, todo dispuesto de
manera que circule por ellas el agua de lluvia. El cereal crece sobre estas
fajas de tierra, y los labradores van y vienen por los surcos para escardar.
Este procedimiento es comprensible allí donde acecha la humedad, pero no
entiendo que lo sigan en los terrenos más bellos. Hice esta reflexión cerca de
Arezzo, donde se abre una llanura magnifica. Es imposible que exista un campo
más limpio que éste, ni siquiera había terrones, daba la impresión de que todo
había sido pasado por un tamiz. El trigo crece aquí muy hermoso, y se diría que
encuentra en este lugar todas las condiciones que su naturaleza necesita. El
segundo año se siembran habas para los caballos, puesto que aquí no comen
avena. Asimismo se cultivan altramuces, que ya tienen un color verde magnífico
y darán su cosecha en marzo. También el lino ha germinado, pasa el invierno a
la intemperie, y las heladas lo hacen más resistente.”
Johann W. Goethe.
Viaje a Italia.
Ediciones B.
domingo, 20 de agosto de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
CATACLISMO
El sol se ha rajado
y cae un chorro de oro
sobre mi corazón.
Es un oro ardiente
que salta sobre las
nubes
roto en chispas,
que muerde mi pecho
con muchos dientecillos
encendidos.
El sol se ha rajado
y se desangra en luz
y me está ahogando...
¡Yo me muero del sol!
Dulce
María Loynaz
sábado, 19 de agosto de 2017
viernes, 18 de agosto de 2017
miércoles, 16 de agosto de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
RESPUESTA
Lo cretino, en ti,
No excluye lo ruin.
Lo ruin, en tu sino,
No excluye lo cretino.
Así que eres, en fin,
Tan cretino como ruin.
Luis Cernuda
martes, 15 de agosto de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EL BIGOTE Y LAS CACHIPORRAS
Tan pronto como llegué a mi camerino, Quinn, el empresario, entró
apresuradamente echando chispas.
—Oye, muchacho —dijo—. La
semana pasada actuaste en el Palace, ¿no es verdad?
Siempre actor, respondí:
—Sí, y he de confesar que
tuvimos un gran éxito. De hecho, nos preguntaron cuándo podríamos volver. Y
bien, ¿qué se le ofrece?
—¿Qué se me ofrece? —repitió—.
¡Ya te diré yo lo que se me ofrece! Te estoy pagando a ti y a tus compinches el
mismo salario que cobrabais en el Palace, ¿no es verdad? Bueno, pues, quiero
que lleves el mismo bigote que llevabas en el Palace. ¿De acuerdo?
Yo dije:
—Oiga usted, huno invernal,
¿qué diferencia hay en la clase de bigote que lleve? El público se ha reído
esta noche de un modo exactamente tan ruidoso como lo hicieron la semana pasada
los espectadores del Palace. Eso es todo lo que usted puede exigir. Ahora,
pues, ¡lárguese!
Estuve especialmente valiente
aquella noche, algo fuera de lo normal. ¿Por qué razón? Mis tres hermanos
permanecían de pie junto a mí, balanceando como por azar sus cachiporras, como
un anuncio de que alguien iba a ser mutilado.
Groucho
Marx.
Groucho
y yo.
lunes, 14 de agosto de 2017
viernes, 11 de agosto de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
SIN SENTIMENTALISMO
Si los hombres se dividen en sedentarios,
emigrantes y los que no tienen hogar, probablemente yo formo parte de esta
última categoría, si bien la concibo de un modo archimaterial, sin una sombra
siquiera de sentimentalismo o autocompasión. Los sedentarios mueren donde
nacieron. Existen casas de campo que una misma familia habita desde hace más de
diez generaciones. Los emigrantes anidan en el extranjero y de esta manera
hacen posible que sus hijos vuelvan a formar parte de la categoría de los
sedentarios (aunque hablen otro idioma). De modo que el emigrante es un eslabón
intermedio, un guía que coge de la mano a las generaciones venideras para
conducirlas hasta otro lugar, que cree más seguro. En cambio, un hombre sin
hogar es alguien que, por obra del azar, por un capricho del destino, por su
culpa o por culpa de su carácter, no quiso o no supo en sus años de infancia y
de juventud entablar relaciones estrechas e íntimas con el entorno en que
crecía y maduraba. No tener hogar no implica, pues, vivir bajo un puente o en
el andén de una estación de metro poco concurrida, como por ejemplo, nomen
omen, la estación Europe de la línea Pont de Levallois-Gallieni. Sólo significa
que la persona con esta tara es incapaz de determinar la calle, la ciudad o el
pueblo que considera su hogar y, como suele decirse, su patria chica.
Adam
Zagajewski
Dos
ciudades
Acantilado
miércoles, 9 de agosto de 2017
martes, 8 de agosto de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
EL
HOMBRE NUEVO
El empleo de la
violencia al que se llegará ya no puede equivaler a la ingenua «dictadura
educativa» de Fichte. No se pretende educar al burgués, sino acabar con él. La
lucha, totalmente real y sangrienta, necesitaba otra ideología y una estructura
intelectual distinta que la construcción de Hegel, cuyo núcleo central se
reducía siempre a la contemplación. Esta subsiste como el más importante factor
a nivel intelectual, pudiendo apreciarse en casi todos los escritos de Lenin y Trotsky
la fuerza que aún resta, pero se ha convertido en un instrumento meramente
intelectual de una motivación en realidad ya no racionalista. Los partidos de
la lucha entablada entre burguesía y proletariado tenían que concebir una forma
más concreta, necesaria para una lucha real y concreta. Una filosofía de la
vida concreta ofreció el arma intelectual para ello, una teoría que consideraba
cualquier conocimiento intelectual sólo como algo secundario en comparación con
procesos más profundos (voluntaristas, emocionales o vitales) y que
correspondían a una estructura intelectual en la que se habían estremecido los
cimientos de la jerarquía moral tradicional, es decir, del dominio de lo
consciente sobre lo inconsciente, de la ratio
sobre los instintos. Una nueva teoría del empleo directo de la violencia se
enfrenta al racionalismo absoluto de la dictadura educativa, así como al
racionalismo relativo de la separación de poderes; a la fe en la discusión se
opone la teoría de la acción directa. No sólo se atacó al parlamentarismo en
sus mismos cimientos, sino también a los fundamentos de la democracia,
considerada aún teóricamente válida en la dictadura racionalista. Trotsky
argumenta, cargado de razón, contra el demócrata Kautsky: cuando sólo se
conciencian relatividades, no se tiene el valor de emplear la violencia ni de
derramar sangre.
Carl Schmitt
Sobre el parlamentarismo
Editorial Tecnos
lunes, 7 de agosto de 2017
Y EL ÓBOLO BAJO LA LENGUA
PROFESSOR
BONAVENTURA BASSEGODA
El recordo
alt i gros,
procaç, sentimental: llavors
vostè
era una autoritat en Fonaments
Profunds.
Sempre va començar la nostra
classe
dient:
Senyors, bon dia. Avui
fa tants
anys, i tants mesos, i tants dies
que va morir la meva filla.
I solia eixugar-se alguna
llàgrima.
Teníem uns
vint anys,
però aquell
homenàs que vostè era
plorant en
plena classe
mai no ens
va fer somriure.
Quant fa que
ja vostè no compta el temps?
He pensat en
vostè i en tots nosaltres
ara que sóc una ombra amarga
seva,
perquè la meva filla,
fa dos mesos, tres dies i sis
hores
que té en la mort el fonament
profund.
Joan Margarit
sábado, 5 de agosto de 2017
jueves, 3 de agosto de 2017
OTRA BALSA EN EL AQUERONTE
A ESPAÑA EN EL ESPAGNE
«El día que The New
Republic publicó mi artículo, el primer escrito por el que cobré realmente,
inicié la travesía hacia Burdeos en el Espagne. El Comodoro me escribió aquella
tarde. Desde la ventana de su oficina en Broad Street vio las rojas chimeneas
del vapor mientras se abría camino desde el puerto hacia los Narrows. Había
habido una nueva amenaza de submarinos. Aunque los entendidos insistían en que
los barcos de la Línea Francesa no corrían peligro porque la familia imperial
de Austria poseía un paquete de acciones, ochenta pasajeros habían cancelado
sus pasajes en el último momento. Mi padre se figuraba que tendría un camarote
para mí solo. Mientras él me escribía yo me dedicaba a examinar, solo y loco de
alegría, lo que me parecía un enorme y lujoso camarote. Mis cartas de
presentación, la de crédito y mi pasaporte, estaban extendidos sobre la litera
para examinarlos detenidamente. «Tengo cartas para tres poetas y otras gentes divertidas»,
le escribí a Arthur. «Viviré en la Residence des Estudientes (comoquiera que se
deletree) y estudiaré arquitectura y la Biblia como loco —y también Cervantes y
Calderón, Homero y las Geórgicas de Virgilio… Más adelante, en la primavera,
iré a París y haré todo lo posible por marcharme al frente por las buenas o por
las malas…»
John
dos Passos.
Años
inolvidables.
Alianza
Editorial.
miércoles, 2 de agosto de 2017
martes, 1 de agosto de 2017
ALLÁ EN LAS INDIAS
IXQUIC
“El nombre del
padre era Cuchumaquic y el de la doncella Ixquic. Cuando ella oyó la historia
de los frutos del árbol, que fue contada por su padre, se quedó admirada de
oírla.
—¿Por
qué no he de ir a ver a ese árbol que cuentan?, exclamó la joven. Ciertamente
deben ser sabrosos los frutos de que oigo hablar. A continuación se puso en
camino ella sola y llegó al pie del árbol que estaba sembrado en Pucbal-Chah.
—
¡Ah!, exclamó, ¿qué frutos son los que produce este árbol? ¿No es admirable ver
cómo se ha cubierto de frutos? ¿Me he de morir, me perderé si corto uno de ellos?, dijo la doncella.
Habló
entonces la calavera que estaba entre las ramas del árbol y dijo:
—¿Qué es lo
que quieres? Estos objetos redondos que cubren las ramas del árbol no son más
que calaveras. Así dijo la cabeza de Hun-Hunahpú dirigiéndose a la joven. ¿Por
ventura los deseas?, agregó.
—Sí,
los deseo, contestó la doncella.
—Muy
bien, dijo la calavera. Extiende hacia acá tu mano derecha.
—Bien,
replicó la joven, y levantando su mano derecha, la extendió en dirección a la
calavera.
En
ese instante la calavera lanzó un chisguete de saliva que fue a caer directamente
en la palma de la mano de la doncella. Miróse ésta rápidamente y con atención
la palma de la mano, pero la saliva de la calavera ya no estaba en su mano.
—En
mi saliva y mi baba te he dado mi descendencia (dijo la voz en el árbol). Ahora
mi cabeza ya no tiene nada encima, no es más que una calavera despojada de la
carne. Así es la cabeza de los grandes príncipes, la carne es lo único que les
da una hermosa apariencia. Y cuando mueren espántanse los hombres a causa de
los huesos. Así es también la naturaleza de los hijos, que son como la saliva y
la baba, ya sean hijos de un Señor, de un hombre sabio o de un orador. Su
condición no se pierde cuando se van, sino se hereda; no se extingue ni
desaparece la imagen del Señor, del hombre sabio o del orador, sino que la
dejan a sus hijas y a los hijos que engendran. Esto mismo he hecho yo contigo.
Sube, pues, a la superficie de la tierra, que no morirás. Confía en mi palabra
que así será, dijo la cabeza de Hun-Hunahpú y de Vucub-Hunahpú.
Y
todo lo que tan acertadamente hicieron fue por mandato de Huracán, Chipi-Caculhá
y Raxa-Caculhá.
Volvióse
en seguida a su casa la doncella después que le fueron hechas todas estas
advertencias, habiendo concebido inmediatamente los hijos en su vientre por la
sola virtud de la saliva, Y así fueron engendrados Hunahpú e Ixbalanqué.
Llegó,
pues, la joven a su casa y después de haberse cumplido seis meses, fue
advertido su estado por su padre, el llamado Cuchumaquic. Al instante fue
descubierto el secreto de la joven por el padre, al observar que tenía hijo.
Reuniéronse
entonces en consejo todos los Señores Hun-Cumé y Vucub-Camé con Cuchumaquic.
—Mi
hija está preñada, Señores; ha sido deshonrada, exclamó el Cuchumaquic cuando
compareció ante los Señores.
—Está
bien, dijeron éstos. Oblígala a declarar la verdad, y si se niega a hablar,
castígala; que la lleven a sacrificar lejos de aquí.
—Muy
bien, respetables Señores, contestó. A continuación interrogó a su hija:
—¿De
quién es el hijo que tienes en el vientre, hija mía? Y ella contestó:
—No
tengo hijo, señor padre, aún no he conocido varón.
—Está
bien, replicó. Positivamente eres una ramera. Llevadla a sacrificar, señores
Ahpop Achih; traedme el corazón dentro de una jicara y volved hoy mismo ante
los Señores, les dijo a los búhos.”
Popol Vuh
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