«Ni el propio país reconoce la bandera tricolor.
Sublevaciones en el Sur y en el Oeste: los campesinos están hartos de los
eternos reclutamientos y disparan sobre los gendarmes que quieren llevarse sus
caballos para los cañones. En las calles se leen carteles satíricos que
decretan, por ejemplo, en nombre de Napoleón:
Art. 1º
Anualmente me han de ser entregadas trescientas mil víctimas.
Art. 2º
Bajo ciertas circunstancias aumentaré el número a tres millones.
Art 3º
Todas estas víctimas serán enviadas por correo a la gran matanza.»
Stefan Zweig