“Desde aquellos tiempos lejanos han ocurrido muchas
cosas. De modo particular durante los últimos años, he comprobado la progresiva
y, finalmente, total desaparición de mi instinto sexual, incluso en sueños. Me alegro,
pues me parece haberme liberado de un tirano. Si se me apareciera Mefistófeles,
para proponerme recobrar eso que se ha dado en llamar virilidad, le contestaría:
«No, muchas gracias, no me interesa; pero fortaléceme el hígado y los pulmones,
para que pueda seguir bebiendo y fumando.»”
Luis Buñuel.