“Es
el primero, que la limosna se haga con intención de manifestar el amor que
tenemos a solo Dios; porque, si las riquezas son la condición e instrumento
para mantener la vida del cuerpo, el que de ellas se desposee voluntariamente,
es porque no teme a la muerte, sino que la desea para unirse con Dios.”
Miguel
Asín Palacios.