La vida en Rio Janeiro, más cara que en ninguna capital de
Europa, es muy poco agradable. El espíritu de sociabilidad, lejos de irse
desarrollando, no parece sino que se recoge: faltan las reuniones, los bailes,
los clubs, las recepciones, todos los medios, en fin, que se conocen en Europa
para verse, conocerse, hablar, discutir.
Gorgonio
Petano