«Nuestro grupo
anarquista se formó el año 1923 en circunstancias muy aciagas para nuestro
movimiento, muy tristes para toda la clase trabajadora. Dueños casi de la
ciudad eran las bandas de pistoleros del Sindicato Libre que patrocinaba la
patronal. Las hordas policiacas coadyuvaban a la obra de destrucción de
nuestras organizaciones y de nuestros hombres. Había caído el coloso del
anarcosindicalismo: Salvador Seguí. Habían caído viejos militantes, primeros
hombres de nuestro movimiento tan espléndido de hoy. Cuando comprendimos
nosotros que probablemente pudiera llegar el momento de que fuésemos absolutamente
vencidos, nos unimos en aquel momento, lo que no tengo vergüenza en decir, ¡LO
QUE TENGO ORGULLO EN CONFESAR!… ¡LOS REYES DE LA PISTOLA OBRERA DE BARCELONA!.
Vivíamos y actuábamos disgregados pero hicimos una selección: los mejores
terroristas de la clase trabajadora, los que mejor podían, devolver golpe por
golpe, y al llegar al fin la victoria al proletario nos separamos de los demás
compañeros… nos unimos… y formamos un
grupo anarquista. Un grupo de acción ¡PARA LUCHAR! contra los pistoleros,
contra la patronal y contra el gobierno. Conseguimos nuestro objetivo, ¡LES
VENCIMOS!… nuestros golpes fueron ¡MÁS DUROS, MAS A LA CABEZA!, que los que
ellos nos habían dado. Y el grupo se constituyó, y fue juramento de los que lo
integraron de que desde aquel momento el grupo Los Solidarios que nos
llamábamos continuaría la lucha ¡HASTA EL TRIUNFO TOTAL DE LA CLASE TRABAJADORA,
HASTA EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN SOCIAL! y que solamente la muerte podría
irnos apartando de los demás. Y nosotros, cuando después de la Republica,
salimos de los presidios y nos unimos otra vez en España continuamos el grupo,
y entonces nos llamamos el grupo ¡NOSOTROS,
LOS QUE NO TENEMOS NOMBRE ,LOS QUE TENEMOS ORGULLO, LOS QUE SOMOS UNA MASA!,
los que pagaremos uno a uno: Nosotros.
La
muerte no es nada. Nuestras vidas individuales no es nada. Por eso somos
Nosotros. Mientras quede uno Nosotros sigue. Nada más.»
1937
Juan
García Oliver